Los lodos ponen en riesgo el segundo pantalán del Club Naval

L. Penide / M. Gago PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

RAMON LEIRO

Portos de Galicia insiste en que el dragado está paralizado por falta de consenso

03 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

De los tres pantalanes con los que cuenta el Club Naval de Pontevedra, los lodos ya han dejado inoperativo el más interior, el más cercano a la orilla, y ahora amenazan al central. «Debido a las mareas vivas de los últimos días, [los fangos] prácticamente afectan al pantalán del medio», advirtió José Carlos Paz.

El presidente de la institución pontevedresa tiene claro que esta situación es consecuencia directa de la falta de dragado en la desembocadura del río, un hecho que de perpetuarse en el tiempo podría, incluso, poner en riesgo la propia viabilidad del club. En la actualidad, la entidad ya piensa en la negociación de la concesión, toda vez que la actual finaliza este año, si bien el convenio suscrito en su día preveía una prórroga hasta el 2023, así como tiene en proyecto acometer una ampliación de las instalaciones. Sin embargo, ambas iniciativas están claramente condicionadas a la realización de un dragado que no llega: «Con un solo pantalán operativo apenas podremos subsistir como club».

«La única solución es el dragado. No hay otra», insiste, al tiempo que anuncia que en marzo convocará una asamblea de socios en la que, entre otras cuestiones, se abordará esta situación. A este respecto, remarcó que en el pasado no era raro ver alguna draga operando en el río Lérez, por lo que defiende que es factible realizar una primera actuación y, posteriormente, realizar un mantenimiento cada dos o tres años.

En todo caso, desde la entidad pontevedresa no tienen, en principio, intención alguna de llevar a cabo ninguna medida de presión hasta que se celebre la asamblea de marzo y así lo decidan los socios.

Lamenta que desde Portos de Galicia aún no les hayan comunicado ninguna decisión sobre esta cuestión. La única información oficial de la que dispone fue la que le trasladaron en la última reunión en la que se le comunicó que la previsión es que se iniciara a lo largo del presente año. «Quiero creerles pero tengo muchas dudas», lamenta Carlos Paz, por lo que invitó al presidente de Portos, José Juan Durán, a explicarles personalmente la situación en la que se encuentra esta intervención. «Si no se puede hacer, que lo digan y punto», apostilló.

Sin unanimidad: nada

El proyecto de dragado del Lérez es la actuación ambiental más ambiciosa que tiene el departamento autonómico. El impacto ambiental de la obra se expuso al público el año pasado. Fue recibido con cierta expectación por las cofradías de Pontevedra, Lourizán y Raxó y con abierta hostilidad por los bateeiros y los trabajadores del sector de la navaja. Este último rechazo provocó la negativa rotunda de las cofradías de Portonovo, Bueu y Marín. Y Portos incide en que sin consenso, el proyecto está paralizado sin fecha para retomar la tramitación.

Navalleiros y bateeiros no se oponen al dragado en sí, que permitiría la retirada de cientos de miles de fangos del canal y de la desembocadura del Lérez. A lo que se oponen es al punto de depósito de los lodos elegido por Portos, que está al oeste de Tambo. Entienden que esa ubicación provocará la mortandad de los bivalvos por la turbidez de las agua durante las obras y exigen que se haga fuera de la ría. Portos insiste en que no es viable porque retrasará todo al forzar a empezar toda la tramitación desde cero.