Otero Pedrayo no se reabrirá hasta que se repare el muro del albergue

Serxio Barral Álvarez
Serxio Barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

RAMON LEIRO

El riesgo de desplome mantiene la calle cerrada al tráfico desde el 28 de diciembre

22 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La Sociedade Anónima de Xestión do Plan Xacobeo espera resolver esta misma semana la contratación de una empresa que se encargue de reparar el muro de contención del albergue de peregrinos de Pontevedra. Pese a que la tramitación se hizo por la vía de emergencia, ya se ha cumplido un mes desde que se dio la voz de alarma sobre el abombamiento del muro, y han pasado veinticinco días desde que, ante el riesgo de colapso, el Concello ordenó cerrar al tráfico la calle Otero Pedrayo. Fue el 28 de diciembre, y el corte de la calle aun se mantiene, aunque el albergue sí pudo reabrir sus puertas hace un par de semanas, después de que los técnicos certificasen que no hay riesgo para la edificación.

Esta se encuentra sobre una parcela situada a unos seis de metros de altura con respecto a la calzada. Es el muro que hace de contención de este terreno el que ha generado el problema, que se hizo visible al detectarse que varias de las piedras que lo forman se habían desplazado unos centímetros hacia el exterior, dando esa imagen de abombamiento que hizo saltar las alarmas.

Los técnicos del Concello de Pontevedra apuntan a la existencia de agua acumulada detrás del muro y, por lo tanto, bajo el terreno que acoge el albergue de peregrinos. El Xacobeo, responsable de la instalación, también envió a sus propios técnicos, que en principio coinciden con la valoración de sus homólogos municipales. Se cree que la acumulación de agua puede estar siendo provocada por una bajante de pluviales dañada que estaría filtrando agua a la parte trasera del muro de contención. Esto estaría provocando lo que los técnicos describen como un «lavado» del terreno y afectando a la consistencia de la estructura, razón por la cual presenta en algunos puntos cierto abombamiento.

Los servicios técnicos municipales sugirieron ir retirando las piedras de la parte más afectada del muro con el fin de certificar las sospechas de la existencia de agua tras este, pero desde el Xacobeo se optó por esperar a contratar los trabajos de reparación del cierre. A principios de enero la entidad autonómica informaba al Concello de que la reparación se haría «en el menor tiempo posible», pero lo cierto es que todavía no ha habido avances sobre el terreno.

Itinerarios alternativos

Desde el 28 de diciembre, la zona permanece cerrada al tráfico y vallada para impedir el tránsito peatonal por la acera que hay a los pies del muro. El Concello habilitó itinerarios alternativos para canalizar la circulación por la avenida de Josefina Arruti y por la calle Conde Bugallal. Estos están funcionando razonablemente bien, según apuntan desde la Policía Local.

Lo que sí se reabrió en la segunda semana de enero fue el albergue de peregrinos, que a causa del problema existente con el muro alargó unos días su cierre navideño. La reapertura se produjo al certificar los técnicos que aun en caso de colapsar el muro no afectaría al edificio. No existe riesgo porque la zona afectada del muro es la más alejada del inmueble.

Los responsables del albergue si adoptaron medidas preventivas, como vallar la parte del jardín que da directamente al muro. El presidente de la asociación de Amigos del Camino, que gestiona el albergue, Tino Lores, señaló ayer que la situación «es incómoda», pero juega a favor el hecho de que estos días no hay demasiada actividad en el albergue.