El Pontevedra redujo su deuda en más de 720.000 euros en tres años

Aleixandre Méndez
Aleixandre Méndez PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Emilio Moldes

El club mantiene un presupuesto similar al del curso pasado en el presente ejercicio

16 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El consejo de administración del Pontevedra celebró ayer su junta de accionistas logrando aprobar sin problemas todos los puntos del orden del día. El acto sirvió para poner sobre la mesa tanto el balance del pasado ejercicio, que arrojó un superávit de 43.535,32 euros, como el presupuesto de la presente temporada, que se eleva a 1.187.500 euros con un excedente de 9.800. Una cifra que supone un incremento de casi 110.000 euros respecto a lo previsto el curso pasado, si bien finalmente los gastos de entonces alcanzaron 1.147.832,09 euros que, en todo caso, no impidieron que el ejercicio se cerrase con beneficios.

La mayoría con la que contó el actual consejo en todas las votaciones, sin embargo, no impidió que la tensión presidiese la junta debido a la presencia de dos accionistas, que contaban con la representación del 37,29 % del total de los títulos, que mostraron su disconformidad con la gestión en la votación de prácticamente todos los puntos. José Luis Tilve, abogado y representante en esta junta del conglomerado de empresas opositor a Lupe Murillo, que ya dejó patente su postura en la junta del año pasado, acudió acompañado de José Manuel Fernández, con un cifra testimonial de acciones pero que coincidió con Tilve en el sentido del voto en la mayoría de ocasiones. Y aunque ya desde el inicio Tilve anunció la posibilidad de impugnar la junta aduciendo que no se le había permitido acceder al libro de accionistas, finalmente esta transcurrió sin que lograse echar abajo las propuestas del consejo, que contó con el respaldo del 62,71 % de las acciones para sacarlas adelante.

En cuanto a las cifras, desgranadas por el consejero Enrique Mariño, uno de los puntos más destacados, junto al balance del pasado ejercicio y el presupuesto del presente mencionados anteriormente, fue la explicación de que el actual consejo ha logrado reducir la deuda con los principales acreedores en 723.005,43 euros en tres años, pasando de 1.213.853,91 a 490.848,48 euros lo que se debe a la Agencia Tributaria, la Seguridad Social y los proveedores, entre otros. Y junto a esta cifra, también puso en valor que los ingresos prácticamente se han duplicado en este período (pasando de 607.924,20 a 1.191.367,41 euros), utilizando estos datos como respaldo a la actual gestión.

La gestión del área deportiva destapó las discrepancias existentes entre Feáns y Argibay

Tal como se esperaba, la oposición que mostró José Luis Tilve a prácticamente cada punto del orden del día elevó por momentos la tensión de la junta de accionistas. El abogado, que ostentaba la representación del 37,29 % de las acciones, recibió varias réplicas a sus intervenciones de una Lupe Murillo que se mostró profundamente contrariada por esta postura, llegando a espetarle a Tilve que «no todos se venden por dinero» cuando este criticó la propuesta de que la empresa Sogal audite las cuentas después de que la compañía elaborase un informe a petición del club en el juicio que la entidad granate perdió frente a Milo Abelleira.

Sin embargo, una vez se comprobó que la oposición de Tilve no era suficiente para impedir la aprobación de los puntos del orden del día, incluida la reelección como consejero de un Luis Durán que ensalzó la labor de la presidenta afirmando que había «conseguido que el club no desapareciese», la mala situación deportiva ganó protagonismo, siendo casi el tema exclusivo del apartado de ruegos y preguntas.

En este sentido, las interpelaciones de varios accionistas a Roberto Feáns a valorar su gestión llevaron al consejero y director deportivo a reconocer el «fracaso» de la actual temporada, admitiendo que «no hemos dado la talla» y que «evidentemente, nos hemos equivocado», aunque a la vez se afanó en poner en valor los éxitos del equipo en las tres campañas anteriores. Pero, lo que quizá no esperaba fue la dura crítica de su compañero de consejo Alberto Argibay, que tras alabar lo que considera «una gestión económica muy eficiente» destacando la labor de Enrique Mariño, criticó que, por el contrario, «no se ha profesionalizado la parte deportiva», llegando a afirmar que esta «se ha delegado en una persona que no está formada».