El club Ravachol inició su actividad este año en la ciudad y su escuela cuenta ya con 70 deportistas
28 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.El Ravachol Pontevedra ha conseguido en un tiempo récord que el bádminton eche raíces a orillas del Lérez. El club nació en octubre del pasado año de la mano de Jesús Pereiro, un joven estradense de 24 años que, coincidiendo con el traslado del centro de tecnificación de este deporte a la capital de la provincia en el 2014, empezó a plantearse la posibilidad de crear un equipo en una ciudad sin tradición en esta disciplina. Y dos años después lo puso en marcha, aunque no fue hasta hace tres meses cuando el club empezó a competir y a formar jóvenes jugadores a través de las escuelas deportivas municipales.
Desde entonces, la acogida no ha podido ser mejor, como demuestra el hecho de que en apenas tres meses cuente con cerca de 70 alumnos en las escuelas. En total, el Ravachol Pontevedra trabaja con unos 60 niños y niñas y unos diez adultos en el Sánchez Cantón, el colegio Vilaverde y el Froebel. Y a esta actividad formativa hay que sumarle al equipo de élite formado en su mayoría por jugadores de A Estrada que tras ganar la liga en Primera Nacional el año pasado tuvo que renunciar a la División de Honor por motivos económicos, lo que provocó su descenso a la Segunda Nacional en la que milita actualmente el club lerezano tras recoger su testigo con los mismos jugadores.
Echando la vista atrás, Pereiro, que destaca que el bádminton «ya era un deporte popular en A Estrada cuando yo empecé como jugador hace 15 años», explica que uno de los motivos que le llevó a impulsar la creación del Ravachol Pontevedra fue que vio en esta ciudad «un potencial deportivo espectacular». Y tras haberse centrado en su labor como entrenador desde hace seis años, ahora también ejerce como presidente del club que él impulsó hace poco más de uno.
En este primer trimestre competitivo, el Ravachol Pontevedra puede presumir ya de haber despedido el 2017 como líder invicto con su equipo de Segunda Nacional. Y a esto hay que añadir también una intensa actividad desde el punto de vista organizativo, puesto que en octubre ya promovió el Trofeo Ciudad de Pontevedra, puntuable para el ránking nacional, y recientemente hizo posible que la fase final de la Liga Gallega de Clubes se disputase a orillas del Lérez logrando, además, el segundo puesto con su equipo femenino. Dos eventos a los que sumará a finales de febrero la organización del campeonato gallego absoluto, algo que Pereiro destaca que está siendo posible, en gran medida, por el apoyo que está encontrando en la concejalía de Deportes de Pontevedra.
Ambición pensando en el futuro
Con este bagaje, Pereiro no oculta su satisfacción, pero lo hace mirando ya hacia el futuro. «El objetivo es mantener la filosofía inicial de formar jugadores en las escuelas deportivas, que han tenido una acogida muy por encima de nuestras expectativas y, por otro lado, tener un equipo de élite en la máxima categoría nacional», apunta. Y pensando a más largo plazo, se muestra ambicioso. «El siguiente reto sería ganar la Primera Nacional, participar en División de Honor y, puestos a soñar, en la Copa de Europa de clubes», añade. Pero todo ello, aclara, sin perder nunca de vista la labor con la base. «Debemos seguir trabajando y haciendo las cosas bien para ampliar aún más la familia del bádminton en Pontevedra, y que empiecen a llegar los resultados», señala.
Y si a nivel deportivo demuestra tener las ideas claras, en su labor de directivo también se marca altas metas. No en vano, este mismo año el club ya intentó organizar el nacional sub-13, aunque finalmente se lo concedieron a Ibiza. Pero esto no ha impedido que siga persiguiendo convertir a Pontevedra en un referente del bádminton. «El año que viene volveremos a intentar tener un campeonato de España a la ciudad -avanza-. Y a más largo plazo aspiramos a traer un evento internacional, de una dimensión más grande, pero eso ya serían palabras mayores», concluye.