«El gol al Madrid es inolvidable»

Nieves D. Amil
nieves d. amil PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Emilio Moldes

Roldán recuerda el partido que encumbró al Hai que Roelo en su 50 aniversario

16 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Sentado en el sofá de su casa, Julián Roldán cuenta con la misma nitidez que da el presente la goleada del Pontevedra al Real Madrid hace 50 años. Mañana cumple las bodas de oro el partido más emblemático de los granates, el que convirtió el Hai que Roelo en una leyenda, una leyenda todavía viva del fútbol. Roldán no solo recuerda la gesta que supuso el partido de ese día, sino el derroche de fútbol que vivió la ciudad toda la temporada. «No solo ganamos al Madrid, también lo hicimos con el Valencia, Barcelona, Sevilla o Real Sociedad», explica Julián Roldán, que esa temporada fue el máximo goleador granate con 13 tantos y el tercero de España solo por detrás de Uriarte y Luis Aragonés.

En su memoria se dibuja a la perfección como estaba Pasarón aquel 17 de diciembre de 1967. No cabía nadie más, había gente subida por los muros que antiguamente rodeaban el campo, iban a hacer historia. Se veía antes del pitido inicial. «Nos llevaron concentrados al parador de Cambados y vinimos directos para el partido», recuerda. Solo cuatro minutos después de arrancar, llegó el primer gol. «Era un gol despejado, que cogió a la defensa del Real Madrid adelantada y pude tirar, ese año marqué muchos así, a los pocos minutos de empezar», destaca Roldán, que aún queda en agosto con parte de ese equipo que hizo historia. Algunos ya fallecieron, como Antonio, Vallejo y Cobo, otros están enfermos, pero la mayoría quedan para cenar en verano. Son un equipo, 50 años después.

Roldán marcó el primer gol, el siguiente llegaría en el 77 de la mano de Antonio y diez minutos después Odriozola sentenciaba el marcador. Y llegó la explosión de un once formado por Cobo, Batalla, Calleja, Cholo, Irulegui, Antonio, Fuertes, Martín Esperanza, Neme, Odriozola y Roldán. El delantero recuerda que llegó al Pontevedra procedente del filial de la Cultural Leonesa en mayo de 1963 con el Pontevedra recién descendido. Ese año volvieron a Primera y se mantuvieron cinco temporadas en la máxima categoría.

Victoria también al Barcelona

La victoria del Real Madrid fue un símbolo para una generación, pero el hito se firmó toda la temporada. Roldán tiene en la memoria la victoria ante el Barcelona, con un gol firmado también por él. «Si nosotros ganábamos al Barça, le dábamos la liga al Madrid», comenta el delantero, que asegura que en esa jornada hubo alguna que otra prima para evitar imprevistos.

Julián Roldán siguió en el Pontevedra hasta 1970, cuando fichó por el Málaga y acto seguido pasó una última temporada en Tarragona. «Íbamos a entrenar a 70 kilómetros de la ciudad, era un desastre, quería volver, pero al final continué todo el año y con 31 años dejé el fútbol», subraya. Atrás quedan dos operaciones y alguna que otra dolencia, que no le impide revivir con felicidad y grandes dosis de nostalgia el pasado. «Puedo no recordar otras cosas, pero ese año no lo olvido, el gol fue inolvidable», indica. La temporada arrancó bien en casa con una victoria por la mínima ante la Real y luego llegaría la del Valencia. Esta jornada quedó empañada por la pérdida de un hijo recién nacido aquejado de una enfermedad incurable. «Al acabar el partido vino el presidente a decírmelo, sabíamos que pasaría, pero no tan pronto», explica Roldán, que pronto vuelve a centrarse en el fútbol: «Ahora no voy a Pasarón, fui la última vez cuando vino el Atlético Astorga porque fue donde yo empecé a jugar».

En su época todo era distinto, como dice él entre risas. «Me gustaría ver a Sergio Ramos lanzar un pepinazo al otro lado del campo con el balón que teníamos ante, que cuando se mojaba pesaba cuatro kilos, y con las botas que usábamos». Recuerda con cariño el salto de calidad que fue pasar de viajar en autobús a ir en coche cama hasta Madrid y de ahí otra vez en autocar al destino. Sabe que las cosas han cambiado, «pero ahora el fútbol necesita mucho dinero y aquí no lo hay, yo prefiero ver partidos de Segunda B que de Primera». El Hai que roelo vivió otra época, además de futbolista, Roldán es jubilado de banca, pero sus nombres pasarán a la historia, al menos aquí, por haber firmado una gesta, ahora prácticamente impensable. Hay quien todavía recita la alineación de ese día de carrerilla. Roldán es uno de ellos.