El Concello ya cedió agua de la red municipal al menos a dos comunidades vecinales del rural

La Voz PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

28 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La situación de alerta por sequía sigue cebándose con las traídas vecinales que se nutren de manatiales o de pozos. Así lo constató el Concello de Pontevedra, que ha detectado problemas en el abastecimiento en varias parroquias del rural. Por esta razón, se lanzó hace ya varias semanas un ofrecimiento a las comunidades para que puedan disponer gratuitamente de agua de la red municipal.

El concejal responsable del Ciclo da Auga, Raimundo González Carballo (BNG), dio cuenta ayer de que han sido varias las comunidades de agua que han pedido ayuda al Concello. Al menos, dos de ellas, de Cerponzóns y Campañó, han llenado ya sus depósitos con agua municipal trasladada en camiones cisterna. Y a González Carballo le consta que una comunidad de Alba se interesó por el asunto.

El procedimiento que sigue el Concello cuando recibe una petición de este tipo es dar traslado de la misma a la empresa concesionaria del servicio de agua, Viaqua, y es esta la que contacta con los vecinos para comunicarles el punto en el que pueden abastecerse de agua. Normalmente, en alguna de las bocas de abastecimiento que hay en las afueras, como el nudo del Pino o el entorno del pabellón. El camión cisterna, que corre a cargo de los vecinos, se desplaza al lugar indicado y operarios de Viaqua proceden a llenar el depósito.

Este mismo procedimiento fue el que se empleó en verano para facilitar agua pontevedresa al vecino municipio de Barro.

Sube el caudal del Lérez

Por otro lado, González Carballo volvió a hacer un llamamiento a la moderación en el consumo de agua en los domicilios de Pontevedra. La lluvia caída la semana pasada se hizo notar en el caudal del río Lérez, que llegó a superar los diez metros cúbicos por segundo durante el fin de semana, cuando hace unos días estaba por debajo de tres. No obstante, González Carballo recordó que la media de otros años a estas alturas eran 26 metros cúbicos por segundo.