El picudo toca de lleno a la ciudad y afecta a las palmeras de Campolongo

María Hermida
maría hermida PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Ramón Leiro

El Concello activa un plan de choque, que probará en un ejemplar de Alcalde Hevia

24 nov 2017 . Actualizado a las 05:05 h.

El picudo rojo, esa plaga que parece haber llegado para quedarse y arrasar con buena parte -o quizás todas, como temía recientemente Antón Vázquez, Jefe de Sanidade Vexetal de la Xunta en Pontevedra- de las palmeras de las Rías Baixas, ha entrado de lleno en la ciudad. Aunque de momento, y posiblemente gracias a los tratamientos efectuados, parece mantenerse alejado de los principales ejemplares, los centenarios árboles de As Palmeiras, ya está presente en otras muchas zonas de la urbe del Lérez. Hay ejemplos de sobra. Para empezar, hubo que talar hace tiempo una palmera en San Francisco. Luego tampoco quedó más remedio que pasar la motosierra al ejemplar del Sexto Edificio y también al del Arquivo Histórico Provincial, ambos árboles centenarios. Y, ahora, el escarabajo, según confirmaba ayer el Concello, afecta también a algunas de las palmeras municipales de Campolongo. Asimismo, hay numerosos ejemplares próximos a edificios que, casi de forma fulminante, pasaron de tener buen aspecto a estar con las ramas secas y caídas. «Hai un caso en Fernández Ladreda tremendo, unha palmeira diante da residencia militar que hai uns días estaba perfectamente a agora ten un aspecto terrible», contaba un técnico de una empresa medioambiental.

Con el picudo dispuesto a seguir atacando a las palmeras, el Concello de Pontevedra ha decidido que es hora de actuar más allá del parque de As Palmeiras, donde hasta ahora se centraron todos los esfuerzos, con buenos resultados. Se pone en marcha un plan de choque para intentar salvar las entre 15 y 20 palmeras municipales que se creen que pueden ser pasto del picudo -que no afecta a todas las variedades de palmera y que, por ejemplo, se mantendría al margen de las de la avenida de Vigo-. Las zonas donde se va a aplicar tratamiento son, sobre todo, Campolongo y Magisterio. En ambos casos, se aplicará un tratamiento nuevo, que al parecer resulta efectivo incluso cuando el escarabajo rojo ya se ha colado en el árbol .

El Concello prevé realizar estas labores a finales de la semana que viene o principios de la siguiente. Y su intención es utilizar primero el tratamiento en un único ejemplar. Se eligió uno de Alcalde Hevia. A partir de los resultados, se actuará en el resto.

Paseos desoladores

No hace falta pasear demasiado por la ciudad para darse cuenta de lo que está suponiendo la plaga del picudo. Si se va hasta Campolongo enseguida pueden verse palmeras con las hojas totalmente amarillas, muchas de ellas secas en las inmediaciones de la piscina.. Dicen los técnicos que, al margen del picudo, también les debió pasar factura la prolongada sequía. Hay una especialmente afectada enfrente de la Oficina del Censo Electoral, en la calle Iglesias Vilarelle. En este caso, no tiene ya ni una sola rama verde, están todas secas y caídas, como si fuesen a desprenderse en cualquier momento. Ahora habrá que ver qué resultado da el plan de choque del Concello de Pontevedra y si, como está pasando en Las Palmeras, se frena al picudo.

La plaga está extendida por el sur de la provincia y llega a Ourense y el sur de A Coruña

Se cree que el picudo rojo vino de Egipto, que llegó a principios de los años noventa metido en ejemplares de palmeras procedentes de ese país africano. Desde entonces se ha hecho fuerte en territorio nacional. De hecho, en el año 2010, en Andalucía ya se vieron obligados a sacar un decreto declarando de utilidad pública la lucha contra este gorgojo y obligando a los propietarios de las palmeras a velar por el mantenimiento «del buen estado fitosanitario de las mismas». El caso es que en el 2013 se empezó a detectar en Galicia. El primer sitio donde se vio y se comprobó su efecto devastador sobre las palmeras fue en Gondomar. A partir de ahí, y pese a los esfuerzos por combatirlo -en muchos casos tardíos- ha ido extendiendo sus tentáculos por las Rías Baixas. Actualmente se ha llevado por delante decenas de ejemplares en todos los concellos del sur de la provincia, desde Vigo hasta Cangas. Igualmente, está totalmente presente en la comarca de Pontevedra, siendo Marín uno de los lugares más afectados.

La plaga, tal y como llevan tiempo advirtiendo desde Areeiro, continúa expandiéndose. Hace unos meses se detectó en Celanova, en Ourense, donde ya están aplicando tratamiento a unos jardines municipales. El gorgojo también parece haberse colado ya en el sur de la provincia de A Coruña. Lo detectaron en Noia donde, como en Pontevedra, hay un parque con ejemplares centenarios y simbólicos, ubicados en la Alameda. Consciente de esta situación, como en la urbe del Lérez, el Ayuntamiento lleva tratando sus palmeras más icónicas desde hace varios meses.