El banco que atesora la finca de Malvar reactiva su venta al Concello

Serxio Barral Álvarez
Serxio Barral PONTEVEDRA LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

CAPOTILLO

Tramita un proyecto de segregación para regularizar la inscripción de la parcela

20 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El Concello de Pontevedra vuelve a aspirar a recuperar para uso público la antigua finca de Malvar, en Mollavao. La inmobiliaria Altamira, vinculada al Banco Santander, ha retomado los trámites para formalizar la correcta inscripción de la parcela, de algo más de 5.200 metros cuadrados, en el Registro de la Propiedad, que sería el paso previo para cerrar su venta al Concello.

Aunque ambas partes llegaron a un acuerdo en marzo del 2015 en el que incluso se fijó un precio de 109.000 euros, la operación está paralizada por problemas con la inscripción de la parcela ya que hay una parte que es de titularidad pública, de Costas, y en la inscripción figura inscrita a nombre privado. Por ello el asunto se topó con una complicada maraña administrativa que frustró el plan municipal para recuperar este espacio.

Hasta tres equipos de arquitectos contratados por Altamira se han ocupado del caso en estos dos años y medio. Y hace apenas diez días se registró un movimiento que da esperanza al gobierno local: se presentó en el Concello un proyecto de segregación que divide la parcela en dos. Por un lado, una superficie de 2.700 metros que serían de dominio público y formarían parte de la concesión otorgada a Malvar en 1941 para construir viviendas sociales (aunque luego se cambio este uso y la parcela se destinó a sede y parque de maquinaria de la constructora del mismo nombre); y, por otro lado, otros 2.500 metros cuadrados que serían propiedad privada, que estaría catalogada como suelo urbano no consolidado. En esta parte del predio es en la que hay varias edificaciones, entre ellas un inmueble destinado en su día a oficinas y un hórreo.

El proyecto de segregación permitiría fijar de manera definitiva el deslinde entre ambos terrenos, de dominio público y privados, facilitando así la inscripción en el Registro y la posterior operación de venta al Concello.

Lo último que se había sabido de los propietarios hasta ahora fue en marzo de este año, cuando se abrió un expediente de disciplina urbanística por la falta de limpieza en la parcela y se procedió a su reparación.

Legísima: «É unha boa nova, pois seguimos interesados na operación»

El concejal de Patrimonio, Vicente Legísima (BNG), recibió con satisfacción la presentación en el Concello del proyecto de segregación. «Para nós é unha boa nova, é indudable, pois seguimos interesados en pechar a operación».

Legísima ha mantenido contactos con los tres equipos de arquitectos que han llevado la compleja tramitación urbanística de la parcela en los últimos tres años, y espera que ahora puedan solventarse al fin los problemas derivados de la inscripción.

Si finalmente el Concello se hace con estos 5.200 metros cuadrados, Costas cedería, según un acuerdo también cerrado desde hace tiempo, otros 9.000 para formalizar la apertura al público de una gran área en la que el gobierno local planea la creación de un parque que uniría la carretera interior a Marín (PO-546) con la autovía y el borde de la ría.

Una vez que se concrete la operación de compra, lo primero que habrá que hacer es analizar el estado de las edificaciones existentes para estudiar su demolición, ya que la mayor parte se encuentran en estado ruinoso.. De todo lo construido, apuntaban en su día fuentes municipales, solo podría salvarse un hórreo que tal vez acabe incorporado al parque proyectado en la zona.