La oleada de robos en viviendas frena la última tendencia a la baja

Alfredo López Penide
l. Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

LÓPEZ PENIDE

Varios desvalijamientos en casas inquietan en el rural pontevedrés

10 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La oleada de robos que está padeciendo estos días el rural del Concello de Pontevedra ha frenado bruscamente la paulatina reducción de esta criminalidad en término municipal capitalino. Los datos aportados por el Ministerio del Interior ponen de manifiesto que los seis primeros meses del año, los desvalijamientos domiciliarios habían experimentado un descenso de algo más de quince puntos con respecto al 2016, algo que se explica en el hecho de que de un ejercicio a otro se hubiera pasado de 66 a 56 denunciadas.

Las extrapolaciones que hacen en el seno de centrales sindicales apuntan en la dirección de que, de seguir la tónica actual, el 2017 concluirá con un ligero repunte con relación al 2016. No obstante, se muestran convencidos de que, en todo caso, no será un año tan negro como el 2015, donde se contabilizaron más de doscientos robos en domicilios, prácticamente el doble de los registrados apenas doce meses antes.

Los dos últimos casos ocurridos en el entorno de Pontevedra y que investiga la Policía Nacional tuvieron lugar en los lugares de A Valadiña y Pazos, en las parroquias de Tomeza y Marcón, respectivamente. Se trata de dos viviendas ubicadas a escasa distancia por carretera en la que solo sustrajeron joyas y dinero.

En el caso de la casa de A Valadiña, y según relató la propia damnificada, se sospecha que los ladrones accedieron al primer piso tras encaramarse a un balcón y forzar una puerta metálica. Una vez dentro de la casa, lo revolvieron todo hasta dar en el dormitorio principal con una pequeña caja de caudales, que reventaron con una rebarbadora o una sierra radial: «Tienen una gran valor sentimental porque había joyas mías, de la boda... Pero lo que más me dolió eran las que pertenecían a mi madre. ¿Y dinero? Poquito. Había también unos documentos, pero los dejaron».

Tanto en este caso como en el de Marcón, así como en otros asaltos recientes en el entorno de la ciudad de Pontevedra y en el municipio de Poio, existe el convencimiento de que existió una vigilancia previa de las casas, lo que habría permitido actuar a los ladrones a plena luz cuando los inmuebles estaban vacías.