La peluquera que pone de moda Armenteira

Rosa Estévez
rosa estévez MEIS / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

MARTINA MISER

Marta lleva 25 años mimando a clientes que, en ocasiones, recorren kilómetros para ponerse en sus manos

27 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La peluquería aparece justo al lado de la carretera que escala el monte de Armenteira (Meis). Fue bautizada, hace 25 años, con el nombre de Marta, la jovencita que había decidido que su aldea, Cabeza de Boi, era el mejor lugar del mundo para establecer su negocio. A la chica, sus padres le ayudaron a hacerse con el local que habita desde entonces. Ella puso el talento y el tesón que caracteriza a las personas dispuestas a cumplir sus sueños. Y un cuarto de siglo después ahí siguen Marta, la peluquería, y Marta, la mujer. Esta última, la que respira y sonríe, se declara encantada de haber hecho aquella apuesta por la Galicia rural y verde que, hace unos días, sufrió el ataque del fuego. Relata el pánico de aquella noche de domingo mientras lava la cabeza de la que imaginamos como una de sus mejores clientas: su madre.

Que un negocio cumpla un cuarto de siglo siempre es un motivo de alegría. Así que Marta ha decidido celebrar esta fecha por todo lo alto. «Nunca sabes se as cousas se van torcer, así que hai que ir celebrando todas as datas importantes», dice. Y no hay mejor forma de hacerlo que mimando a los clientes un poquito más que de costumbre. Para ello, mañana, a las ocho de la tarde, habrá sorteo de premios y regalos. Y una mesa cargada de manjares para compartir.

Claro que también los clientes miman a Marta. Con bombones y con mensajes de felicitación cargados de cariño. «Unha clienta púxome que hai 25 anos a peiteei para a súa voda. E agora veñen á perruquería ela, o seu home, os seus fillos e ata a súa nora», cuenta Marta, con sus ojos sonriendo bajo su cuidado pelo corto. Siempre lo ha llevado así, corto y coloreado. Menos cuando era niña. «Cando fixen a comuñón tiña o cabelo polos ombros, estilo Cleopatra», recuerda nuestra peluquera. Luego nos cuenta que fue poco después cuando decidió cortarse la melena. «Foi así como descubrín a miña vocación». Sí, claro, la peluquería.

Pontevedra y Cambados

Marta estudió en Pontevedra y completó su formación en Cambados. En el establecimiento en el que dio sus primeros pasos profesionales no tardó en darse cuenta de que había clientas que querían ser atendidas por ella. Así que, cuando se sintió preparada, decidió independizarse, establecerse por su cuenta y en su aldea. Se convirtió en su propia jefa, y eso tiene muchas ventajas. También algunos inconvenientes: hay que estar al pie del cañón a todas horas. «Iso si, eu tómome unha semana de vacacións cada ano. Miro unha época do ano que non sexa de moito traballo e marcho. Eu son de viaxar», comenta Marta. Pero en todos sus recorridos por el mundo no ha encontrado ningún lugar en el que le gustase más abrir su despacho de peinados, tintes y tratamientos de belleza a la última.

Por ofrecer, en este rincón de Cabeza de Boi se puede hacer uno un tratamiento de depilación láser, o consultar a una experta la mejor dieta. «Son servizos que prestamos unha vez por semana, con profesionais que veñen ata aquí, e a verdade é que funcionan». Con ese tipo de pluses, Marta se ha ganado clientes del entorno más próximo a su establecimiento. Y mucho más allá. «Hoxendía -reflexiona- a xente desprázase. Eu teño clientas que veñen de Cambados, do Grove, de Pontevedra... De moitos lados», señala. Para mantenerlos, se esfuerza en estar a la última, preparada para hacer cualquier corte que le pidan. Porque ahora la gente se ha vuelto muy exigente y suele llegar a la peluquería con las ideas muy claras. «Agora xa che veñen coa foto no teléfono e dinche que é o que queren. E tes que saber facelo».

La peluquera de Cabeza de Boi no solo está a la última en tratamientos y propuestas estéticas. Marta Martínez es, también, una mujer que se preocupa por lo que pasa a su alrededor, que intenta poner su granito de arena para que el mundo sea un poquito mejor. Por eso recoge mechones solidarios con los que se elaboran pelucas para personas enfermas de cáncer. Esa enfermedad, dice, es una plaga. La ha visto en acción. Pero cada vez hay más posibilidades de vencerla. También en eso el mundo ha cambiado mucho en estos 25 años.

Solidaridad

La de Cabeza de Boi es una de las peluquerías gallegas de la red Mechones Solidarios: recoge cabello para fabricar pelucas para personas enfermas. «Cada vez ven máis xente. Teño unha clienta que xa doou tres veces. E hai moitas rapazas novas que se están implicando moitísimo neste tema»