El embajador de Taiwán en España, Simon Ko, alaba un modelo urbano «humano»
18 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Simon Ko tiene una amplia experiencia diplomática que le ha llevado por medio planeta representando a su país, Taiwán. Tras ser viceministro de Relaciones Exteriores del gobierno taiwanés, ejerció de embajador en Panamá, de máximo representante en la oficina de Taipéi en Colombia o de director general para América Central y del Sur del Ministerio de Asuntos Exteriores de su país. Entre otros cargos. Y desde hace casi dos años, es el representante principal de Taiwán en España.
Es decir, que cuenta con una amplia experiencia viajera y ha conocido un buen número de ciudades y culturas diferentes. Pero pocas le sorprendieron tanto como Pontevedra, donde estuvo ayer. «Estoy impresionado -afirmó-. Sentí algo diferente, muy especial, al pasear por Pontevedra y pensar en las ciudades de mi país, tan contaminadas, con problemas para abastecer luz y agua a toda la población».
Ko visitó Galicia invitado por el Instituto Galego de Análise e Documentación Internacional para dar ayer por la tarde una conferencia en la Casa das Campás sobre la situación política en su país. Antes fue recibido en el Concello de Pontevedra, y fue allí, en presencia del alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, donde se deshizo en elogios. «Lo que más me llamó la atención de esta ciudad es el tratamiento de los espacios públicos, tan limpios y tan acogedores», explicó, al tiempo que describió a Pontevedra como «una ciudad muy funcional y muy humana».
Afirmó haber mantenido una conversación «muy ilustrativa» con el alcalde sobre el modelo urbano, y abrió la mano a tender puentes entre Pontevedra y Taiwán. «Desde nuestra oficina vamos a continuar con este intercambio de conocimientos» que se inició en el 2016, cuando una delegación de la oficina cultural de Taiwán en España visitó Pontevedra para asentar una colaboración con la Universidade que ya dio como resultado exposiciones y ciclos de cine. Ahora Simon Ko cree que es el momento de que Pontevedra vaya a Taiwán. Y Lores, medio en serio medio en broma, recogió el guante.