Edificio nuevo sin palmera centenaria

carmen garcía de burgos PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Ramón Leiro

La empresa encargada comenzó ayer a podar la parte más alta del árbol que presidía la entrada del Sexto, víctima del picudo. El resto se retirará mañana

12 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Hasta el año pasado se habían cobrado doscientas víctimas, y en junio de este año los técnicos del Concello de Pontevedra anunciaban con una satisfacción justificada que la plaga empezaba a remitir. Las palmeras estaban respondiendo bien al tratamiento preventivo que se les estaba aplicando todos los meses, y el picudo rojo estaba remitiendo. Ya no podía colarse en su interior para secar los árboles hasta que hiciese necesaria su tala.

Pero, aunque efectivamente se haya conseguido detener el avance del escarabajo más temido por todos los responsables de parques y jardines de Galicia, una de las comunidades en las que más daños ha causado en los últimos meses, en algunos casos este remedio ha llegado demasiado tarde.

Ese pudo ser el caso del ejemplar que desde hace algo más de un siglo custodiaba los alrededores del Museo de Pontevedra y que desde hace una década presidía su edificio más moderno, el Sexto. Desde allí ha sido testigo de una de las obras más emblemáticas y visitadas de los últimos años en Pontevedra. Desde allí vio su finalización, inauguración y decenas de exposiciones, conciertos, presentaciones y eventos culturales que ha albergado el inmueble acristalado que guarda gran parte de los tesoros contemporáneos del complejo museístico.

Pero ni el arte, ni la belleza de la palmera, ni el empeño de los técnicos consiguieron salvarla del ataque del gorgojo. Seco su interior, la Diputación de Pontevedra se vio obligada a someterla al mismo tratamiento que la que daba la bienvenida al Arquivo Provincial en el paseo de Colón hasta hace apenas unos días. Aquella cayó la semana pasada, y a la de Sexto Edificio le ha tocado esta.

Medidas de precaución

La altura de estos ejemplares centenarios está obligando en todos los casos a tomar medidas de precaución habituales en estas situaciones como el acordonamiento de la zona y la instalación de una grúa de gran altura para poder retirar en primer lugar las palmas de la copa del árbol.

Eso fue lo primero que perdió ayer la del Museo de Pontevedra. En los próximos días -tras el puente-, los técnicos se encargarán de ir retirando el resto del tronco. Aunque inicialmente estaba previsto llevar a cabo el resto de la operación poco a poco, en láminas, para evitar tener que volver a acordonar y cortar parcialmente la calle Padre Amoedo Carballo -continuación de Cobián Roffignac, una de las más transitadas de la zona nueva por estar entre el casco histórico y e l moderno, y próximo a instalaciones como el pabellón de los deportes, el aparcamiento disuasorio o el Mercado de Abastos municipal-, finalmente se descartó esta opción.

Una vez acometida la actuación más urgente, la idea de la Diputación de Pontevedra es retirar el resto del árbol centenario a lo largo del día de mañana para tener los trabajos completamente terminados antes de que finalice esta semana.