«No termines mis frases o mis ideas»

Cristina Barral Diéguez
cristina barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

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Adultos y niños con parálisis cerebral reivindican su derecho a participar en la comunidad e invitan a los viandantes a sentarse en sus sillas y conocer su realidad

04 oct 2017 . Actualizado a las 21:17 h.

Amencer, la asociación de referencia en la atención a personas con parálisis cerebral en Pontevedra, sale a la calle cada primer miércoles de octubre para celebrar su día. En esa conmemoración nunca falta la reivindicación. Ayer tampoco. En la plaza de A Peregrina usuarios, familiares, técnicos de Amencer, escolares y viandantes hicieron piña para dar visibilidad a su derecho a participar en la comunidad. Esa era su petición.

Cristina Abad, profesora del colegio Doroteas, se levanta de una silla de ruedas eléctrica tras aportar su granito de arena al mural conjunto. Personal de Amencer se encargó de echar pintura de varios colores en las ruedas para que personas sin parálisis cerebral se movieran por el lienzo en blanco. Y dejaran huella. ¿Cómo fue la experiencia?, se le pregunta. «É unha sensación estraña, a verdade. Nunca me sentara nunha cadeira de rodas, é moi limitado, dependes dese botonciño para moverte dun lado para outro. Isto fai que te poñas un pouco na situación destas persoas», comentó la docente. Junto a ella acudieron unos ochenta estudiantes de 2º de la ESO de las Doroteas. «O que queremos é que os alumnos do colexio coñezan o que é a parálise cerebral e que non a vexan como algo raro ou estraño. Isto é algo que lle pode pasar a calquera familia e hai que apoiar estas iniciativas», remachó Cristina Abad.

Además del mural conjunto, en la plaza se montaron varias mesas donde personas con parálisis cerebral invitaron a gente de la calle a sentarse con ellas y a escucharlas. El objetivo, conocer su realidad. La de ellos en primera persona. Rosana, coordinadora de los centros de día de Pontevedra, afirma que la comunicación es clave: «La gente tiene muchos estigmas y el miedo es la primera barrera». A su lado, en sus sillas, están dos Rosas. Rosa María Blanco y Rosa del Mar Viéitez, Rosmi, que serán poco después las encargadas de leer el manifiesto.

No es una enfermedad

El primer mensaje que Rosa María Blanco quiere transmitir es que la parálisis cerebral no es una enfermedad. Cuesta un poco entenderla, pero se consigue. «La parálisis cerebral es una lesión en el cerebro antes del nacimiento y la constante es la disfunción psicomotora», añade Rosana, que echa una mano en la conversación. El otro eje del Día Mundial de ayer era difundir siete frases esenciales para ellos. Las dos Rosas lo hacen, leyendo una cada una. Con ellas reclaman su autonomía y hacen frente a los estigmas. No quieren el «pobriñismo».

«Háblame a mí directamente, no le preguntes a mi acompañante»; «No termines mis frases o mis ideas»; «No me hables como si fuera un niño o no pudiera entenderte» o «Pregúntame antes de ayudar» son algunos de los mensajes. Rosmi admite que ella a veces tiene «miedo» de la respuesta de la gente. «Habla conmigo con normalidad»; «No te apoyes en mi silla ni la utilices para colgar tus cosas» y «Salúdame y pregúntame si quieres que hablemos a la misma altura» son las tres restantes.

En el manifiesto se reclamaron más servicios especializados para reducir el coste añadido que supone la discapacidad.