Un fallo obliga a la federación gallega a reponer el kiosco del club Verducido

Carmen García de Burgos PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

CEDIDA

04 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Parecía que las aguas comenzaban a calmarse cuando una sentencia ha vuelto a sembrar la tempestad en la relación que desde hace años enfrenta a la Federación Galega de Piragüismo y el club Verducido. El motivo, en esta ocasión, es el kiosco que la sociedad pontevedresa instaló en el embalse de o Pontillón do Castro al año siguiente de su inauguración en el 2008. La falta de servicios en las recién estrenadas instalaciones y la de recursos financieros del club, recién creado, se unieron para acabar permitiendo que el pequeño almacén hiciera las veces de bar durante la celebración de los campeonatos de España o aquellos gallegos que se prolongaban durante todo el fin de semana.

Cada uno de estos eventos reportaba al club, según estimó ayer su presidente, Luis Rivas, entre 500 y 700 euros, lo que al final del año dejaba en las arcas deportivas alrededor de 3.000 o 4.000 euros. Suficientes para sufragar algunos de los principales gastos de una entidad que llegó a contar con unos setenta niños y que en estos momentos tiene entre 40 y 50, matizó Rivas.

Un empresario local

La importancia que estas aportaciones tenían para el club se reflejan en una experiencia cercana: el viaje a Sevilla que tuvo que sufragar con 1.300 euros un empresario local para poder llevar a varios piragüistas al campeonato de España de invierno, celebrado en Sevilla.

Los problemas con la federación llegaron con su actual presidente, Fredi Bea, quien aseguró ayer que ofreció a la entidad de Verducido la posibilidad de legalizar el negocio del bar. Ante la negativa de los responsables del club, la institución gallega optó por retirar con una grúa el kiosco y guardarlo en un lugar que Rivas asegura desconocer. Ahora el juzgado de primera instancia número 2 de Pontevedra ha dado la razón al club y exige a la federación que devuelva la caseta a su lugar.

Presentará recurso

Bea anunció que recurrirá la sentencia, que aseguró no poder ejecutar en estos momentos por no tener permiso del propietario de los terrenos, la Xunta, para entrar en ellos. Y advirtió que la federación revisará el convenio que acaba de firmar con el club por el que le cedía, además del hangar de O Pontillón con el que ya contaba, un segundo para los días que no haya campeonatos a pesar de tener solo seis para los 61 clubes que hay en Galicia.

El gabinete jurídico de la federación sostiene que su retirada fue correcta porque el kiosco no estaba instalado en el lugar por derecho posesorio, sino por mero consentimiento.