Pontevedra lidera en Galicia las muertes de motoristas en carretera
PONTEVEDRA CIUDAD
La provincia tiene, con 13 víctimas en dos años, la mayor siniestabilidad mortal
02 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Las cifras no dejan lugar a la duda. Las carreteras de la provincia de Pontevedra se cobran el mayor tributo de víctimas mortales entre el colectivo de motoristas en Galicia. Fueron más de la mitad del total gallego el año pasado (52,9 %) y supusieron el 75 % de los moteros víctimas mortales en Galicia desde enero a abril de este año. La diferencia se incrementa levemente si se tienen en cuenta los fallecidos en un margen temporal de treinta días desde que se produjo un siniestro con motoristas implicados. Estos son los datos que revela una respuesta en el Congreso al diputado socialista Miguel Ángel Heredia. Las estadísticas facilitadas por la Administración central se refieren a todo el año pasado y a los meses de enero a abril del ejercicio en curso y se desglosan por provincias, muertos y heridos.
El año pasado murieron en las carreteras pontevedresas o en el hospital a consecuencia de un accidente de tráfico un total de diez motoristas, mientras que la tendencia sigue siendo mala para este año. De enero a abril ya han muerto tres motoristas en la provincia (cuatro en toda Galicia en el mismo período).
En A Coruña, el año pasado hubo cuatro fallecidos, seguida por Ourense con tres y Lugo con dos. Este año, la situación parece mejor en la provincia coruñesa, con un único fallecido de enero a abril, mientras que en las carreteras de Ourense y Lugo no se registró afortunadamente ningún motorista entre las víctimas mortales de accidentes de tráfico.
En este mismo informe, se incide en que la provincia de A Coruña es la que registró más accidentes en carretera el año pasado (1.978 frente a los 1.726 de Pontevedra) y también mantiene esa posición en el primer cuatrimestre del 2017, con 580 siniestros viales frente a 512 en la provincia pontevedresa. En A Coruña también se contabiliza un mayor número de fallecidos por accidentes de tráfico en general (58 en el 2016), seguido por Pontevedra (36 para el mismo período).
La proporción de sucesos mortales con motoristas en Galicia se situó en un 13,4 % el año pasado, mientras que si se tienen en cuenta los datos referidos a la provincia de Pontevedra el porcentaje sube al 27,7 %.
Medidas para ampliar la protección de peatones y ciclistas en la comarca
Los peatones y los ciclistas son los otros dos grandes colectivos de ciudadanos que padecen con mayor incidencia los accidentes de tráfico en Pontevedra y su entorno. Por este motivo, los concellos han ido adoptando medidas de calmado de tráfico, dispositivos en los que la ciudad del Lérez es pionera en Galicia. Los lombos han resultado muy eficaces en la ciudad de Pontevedra para poner fin a los accidentes mortales y minimizar los siniestros con heridos. La eficacia del sistema ha llevado al Concello a incorporar poco a poco los lombos al rural, a la vez que este programa suma apoyos con la actual Diputación y numerosos concellos que se han apuntado a la instalación de lombos en sus puntos más conflictivos o en sus calles más concurridas.
Por su parte, la Consellería de Infraestruturas está desarrollando en la provincia un ambicioso programa de construcción de sendas peatonales compartidas, entre viandantes y ciclistas no profesionales. Uno de los ejemplos más claros de esta política vial está en A Lanzada, en Sanxenxo, donde la reordenación del tráfico y la pasarela que recorre la PO-308 cuenta con la aprobación de la mayoría de los usuarios. Esta es precisamente una de las carreteras más peligrosas, como llevan denunciando colectivos vecinales y de ciclistas en Poio y Sanxenxo. Está previsto que para el próximo año se inicie la ejecución del tramo que va de Major a Portonovo, lo que mejorará sustancialmente la seguridad vial.
«La seguridad comienza por nosotros mismos»
Buen conocedor de las carreteras de Galicia, Manuel Picón preside la Plataforma Gallega por la Seguridad Vial y el Motoclub Pontus Véteris de Pontevedra.
-¿Como conducimos los pontevedreses?
-En general los gallegos, y por tanto los pontevedreses, conducimos bien, pues estamos acostumbrados a muchas curvas, a muchas inclemencias y cambios bruscos del clima, por lo que no nos alarmamos de pasar de una zona seca a una mojada y viceversa en una mañana de moto, además de las curvas sombrías de invierno. Estamos hechos a cualquier tipo de climatología, y eso es muy importante en el mundo de la moto.
-¿Cómo valora la evolución de los accidentes en la provincia?
-La evolución es al alza, por lo tanto lo valoro mal y con tristeza, pero bien es verdad que el parque de motocicletas y ciclomotores ha subido mucho, así que las cifras de aumento de la siniestralidad son muy relativas. Hay menos accidentes estadísticamente por numero de moteros.
-¿Y qué opina de los accidentes donde hay involucrados motoristas o ciclistas?
-Cualquier accidente en las vías es, lógicamente mal valorado. Es necesaria mucha educación y solidaridad entre todos los usuarios de las vías. Los peatones, los ciclistas y los motoristas, por este orden, somos los más vulnerables en las carreteras por razones obvias.
-¿Qué consejos deben tener en cuenta los conductores?
-Que la seguridad comienza por nosotros mismos.
-¿Qué puntos son los más conflictivos en la provincia en cuanto a accidentes?
-Las carreteras de mayor afluencia de tráfico, suelen ser provinciales o locales, vías estrechas, con mucha curva, mal firme, y las que, como en Galicia ocurre, son travesías de poblaciones continuas.
-¿Cómo valora el estado de las infraestructuras y las medidas de protección en las carreteras?
-En los últimos años han mejorado mucho. Las carreteras, como en el resto de España, son de distinto «padre» pertenecen a comunidades autónomas, Diputaciones, Ayuntamientos y Fomento. Creo que están haciendo un buen trabajo. Con la crisis las nacionales se abandonaron bastante. Se requería 1.600 millones de euros para su mantenimiento a nivel nacional y tan solo se invertían 800, es decir, un 50%. La Xunta sí que está haciendo bien los deberes. Les costó en un principio. Tenemos como ejemplos la vía del Salnés, que tuvieron que morir cuatro motoristas contra aquel coche -la señora de Marín que había dejado conducir a su hijo sin carné- para desdoblar la mal llamada vía de alta capacidad y convertirla en autovía. Igual pasó con la de Barbanza. Hoy por hoy están haciendo buenas vías con protecciones, buen trazado y buen firme.