«Es una pena que se marchen pero no es un drama, es algo humano», señala el vicario
Calixto Cobo, vicario episcopal territorial de Pontevedra, confirma que el traslado de las monjas de Santa Clara a Santiago era algo que estaba en la agenda desde hace mucho tiempo. Aún así, reconoce que, como le pasó a muchas otras personas, llegado el día, le cogió por sorpresa. «Me pilló fuera de Pontevedra y la verdad es que no pude acercarme a despedirme de ellas. Iré a Santiago a verlas, claro que sí, porque son unas personas muy buenas, que hicieron muchísimo por Pontevedra, muchísima caridad. Es una pena que se marchen pero no es un grama, es algo humano, hay que tener en cuenta que son mayores», indicó.
Luego, Calixto Cobo habló del futuro del convento y de la iglesia de Santa Clara. Señaló que el Arzobispado, en principio, poco tiene que decir al respecto, que quienes deben abordar la situación son las Clarisas. «Salvo que por una cuestión de fuerza mayor el Arzobispado tenga que intervenir, que suponemos que no, es la congregación la que decidirá». Confirmó que de momento Santa Clara se queda sin el culto dominical, a la espera de lo que suceda con el cenobio.