El pintor que hizo de Pontevedra su propio Nueva York

La Voz

PONTEVEDRA CIUDAD

Noemi Parga

Manolo Moldes se reencuentra con su etapa creativa más brillante y prolífica de los años ochenta

28 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La obra de Manolo Moldes no se entiende sin Pontevedra, ciudad que condensa en gran parte de su iconografía y paisaje vital. Quizás por ese motivo en su momento no dio el salto, como otros grandes artistas gallegos, a la meca neoyorquina del arte del moderno. Reconoce que a punto estuvo de hacerlo, tras su etapa madrileña, pero como él dice: «Pontevedra se convirtió en mi Nueva York».

El Sexto Edificio del Museo acoge desde ayer una exposición muy especial de la época creativa más prolífica y brillante de este pintor, que abarca el lustro comprendido entre los años 1983 y 1987 y que el mismo bautizó como Pontevedra Suite. «Unha época na que Manolo convértese nun dos grandes artistas que xa forman parte da historia da arte galega máis recente», aseguró Carlos Valle.

Moldes reconoce que fue una etapa «muy importante para mí a nivel vital, muy mía» y de alguna manera esta muestra supone un momento de revisión, reflexión y reencuentro con su proceso creativa. Tanto es así, que el comisario de la exposición, Ángel Cerviño, se mostró convencido de que «vai ser importante na evolución das súas futuras pinturas».

La relación establecida entre el artista y la ciudad a lo largo de su trayectoria también fue resaltada por el diputado de Cultura, Xosé Leal. Entre otras cosas, destacó la faceta docente de Moldes en la Facultade de Belas Artes, «polo que moitos dos artistas que se foron formando nos últimos anos en Pontevedra beberon do que el fixo, e agora poderán comprobar como o que explicaba nas aulas o plasmou artisticamente».

Cerca de cincuenta obras gran y mediano formato conforman la exposición, la mayoría procedentes de colecciones particulares, de instituciones y algunas también del propio autor. Cerviño explicó que si calculamos la fructífera producción de Moldes en esos cinco años, sale a dos o tres obras por mes. Subrayó también que nadie hasta ahora las pudo ver todas reunidas en un mismo espacio, ni siquiera el propio autor, porque en los ochenta las obras las vendía según salían del taller o en cuanto las exponía y no volvían. Por esta circunstancia, la recopilación de todas las piezas tiene un significado especial.

En Pontevedra Suite se pueden ver series pictóricas fundamentales en la carrera de Manuel Moldes, correspondientes a una etapa de excepcional creatividad coincidente con la renovación artística gallega del grupo Atlántica, del que formó parte el pintor pontevedrés.

O Abó Gran Dida no sillón, Pontevedra durme, Artellando pouco a pouco, As mozas de Pontevedra, O rapaz dos recados, Aubea o Lobo, Hombro con hombro, A canteira o el majestuoso Cristo das Rías Baixas figuran entre las obras de un período que se cierra con el monumental mural realizado para la sede pontevedresa de la UNED en 1987, de más de 12 metros de longitud.

La exposición, inaugurada ayer, es el gran acontecimiento artístico del verano y se podrá visitar hasta el 17 de septiembre.