«No lo esperaba, pero tenía ganas de venir a Pasarón a no sufrir»

carmen garcía de burgos PONTEVEDRA / LA VOZ

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No esperaba la llamada de Luisito, pero Carlos Ramos no lo dudó cuando recibió la oferta del míster granate

02 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Carlos Ramos (Zamora, 1994) está apurando sus últimos días en casa, de donde salió hace seis años para unirse al Atlético de Madrid B Juvenil. Fue creciendo en el club rojiblanco hasta que recibió una oferta del Guijuelo y, convencido de que era el momento de dar el paso, la aceptó. Al año siguiente hizo lo propio con la del Burgos. Fue en el partido de vuelta contra el Pontevedra, el pasado febrero en Pasarón cuando un gol suyo, el primero del encuentro, puso a la grada del estadio municipal en pie. Acababa de inaugurar el marcador a favor de los visitantes.

-¿Sabe que no hace mucho tiempo durante unos minutos fue el futbolista más odiado de Pasarón, verdad?

-(Ríe). Me lo imagino, por el gol que metí allí, pero luego nos remontaron, así que no creo que me tengan mucho rencor.

-¿Esperaba la llamada del Pontevedra?

-No, la verdad es que no me esperaba nada, y además a principios de verano hay poco movimiento en los equipos y no me esperaba nada. Fue una alegría que me llamara Luisito para mostrar su interés por mí, una alegría muy grande.

-¿Le tenía ganas al Pontevedra?

-¿Que si le tenía ganas?

-Sí, de jugar en el equipo.

-Ah, sí, me gusta mucho. Pasarón me parece, si no el campo más bonito de Segunda B, de los más bonitos, y es un estadio en el que siempre que he jugado me ha llamado mucho la atención, como la afición que he visto. Aunque era en un ambiente hostil para mí jugando de visitante, sí que tenía ganas de ir a Pontevedra.

-¿A que le animaran un poco?

-Sí (Ríe), a no sufrir allí.

-Hay muchos futbolistas que aceptan la oferta del Pontevedra por la historia del club, pero alguien que ha estado en el Atlético de Madrid...

-Bueno, pero el Atlético de Madrid es otro mundo, es aparte, y la reciente Segunda B, como el Burgos y el Pontevedra, llaman más la atención y al jugador por la historia que tienen y la afición que hay detrás.

-De entre todas estas razones, ¿por cuál eligió el Pontevedra?

-Porque el año que hicimos nosotros en Burgos, y el que hice yo personalmente, creo que acabó siendo bueno, pero que te llame un equipo que ha hecho play off, que ha quedado arriba y que yo creo que va a quedar arriba, un jugador no se lo piensa. Un jugador quiere optar a los máximos objetivos y a quedar lo mas arriba posible, y yo creo que el Pontevedra es un buen lugar para ello.

-O sea, que cuenta, como mínimo, con jugar el play off.

-Espero que sí. No espero menos. Soy muy ambicioso, pero a eso vamos.

-¿Se ve jugando de granate en Segunda?

-Primero Segunda B y luego veremos, ya que vengo del Atlético, vamos partido a partido, ¿no? (ríe), temporada a temporada, y con calma. A ver cómo empieza todo y ojalá estemos en Segunda el año que viene.

-Además de los éxitos del club, ¿qué cree que le puede aportar el Pontevedra a usted como jugador?

-Por el interés que me ha demostrado el míster y el cuerpo directivo, creo que puede ser más importante para mí, con la juventud que tengo, para coger experiencia, la continuidad que no he tenido estos años, para dar el salto a otra categoría. Mi objetivo, obviamente, es subir otra vez de categoría, y creo que puede ser un buen paso el Pontevedra.

-¿Ya conoce a Luisito?

-Bueno, me han hablado de él, lo que me ha comentado él mismo es que es un tío muy exigente, muy trabajador, y dice que puede sacar el máximo de mí. Y yo confío en él.

-¿Sabe que exige el 200 % a los jugadores durante toda la temporada, ¿verdad?

-Sí, yo necesito un entrenador que me exija, que esté encima de mí para sacar lo mejor de mí, y yo creo que todavía no ha llegado ese momento.

-¿Cree que no le han sabido sacar todo el potencial?

-No sé si es que no lo han conseguido, pero también soy joven y todavía me queda mucho por aprender y por demostrar en mi carera futbolística, y creo que Luisito puede ser un buen aliciente para ello.

-¿Lleva bien los gritos?

-Bueno, depende (ríe). Mientras sean con respeto y educación los gritos siempre serán para mejorar y para el bien del equipo y mío, así que bienvenidos sean.

-Decía antes que el Atleti es otra cosa. ¿Qué lleva a un futbolista a dejar un club en el que, además, no hizo más que ascender de categoría y de equipo, para irse al Guijuelo o a otro equipo de Segunda B?

-Estaba en el filial, el Atlético de Madrid B, descendimos a Tercera, y creo que bajar a Tercera, aunque fuera con el Atlético de Madrid B, era dar un paso atrás en mi carrera deportiva. Y decidí ir al Guijuelo por lo mismo, porque venían de hacer el play off y buenas temporadas, y el entrenador me llamaba mucho la atención, que era Rubén de la Barrera por ese momento. Creí que era un buen paso para mí y lo di.

-¿No salió como esperaba?

-Bueno, fue un gran año. Quedamos sextos, estuvimos arriba toda la temporada, aprendí mucho con Rubén de la Barrera y me llamó el Burgos, que también era un equipazo, y lo que no esperaba era este año, que fuera tan mal como ha ido, que hemos quedado en el play out, y eso es lo que no esperaba.

-La última pregunta: ¿está acostumbrado a la lluvia?

-(Ríe) Aquí en Zamora llueve poco, pero todo es estar ahí.