Pontevedra vuelve a su infancia

Serxio Barral Álvarez
Serxio barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

RAMON LEIRO

La restauración del estanque de Las Palmeras recupera también la memoria de la ciudad

01 jul 2017 . Actualizado a las 05:05 h.

Uno no sabe quién disfrutaba más ayer en Las Palmeras con el renovado estanque de los patos. Si los niños o sus abuelos, sufridos cuidadores en esta época en la que ya hay vacaciones escolares pero muchos padres siguen trabajando. La restauración del emblemático estanque recuperó de golpe la infancia de muchos pontevedreses. Entre otros elementos, vuelve a contar con las ranas que «escupen» agua y que han hecho las delicias de miles de niños pontevedreses desde hace décadas. ¿Quién no ha puesto el dedo en uno de los chorros para que salga con más fuerza o directamente para mojar al de al lado?

El estanque luce esplendoroso tras un minucioso trabajo de restauración que se alargó más tiempo de lo previsto. Casi ocho meses han durado las obras, y con ellas, la valla rodeó a la instalación durante todo este tiempo.

Ayer por fin se eliminó el obstáculo visual y el resultado no dejó indiferente a ninguna de las personas que se acercaron a la zona.

Una de ellas fue el alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores (BNG), que acudió acompañado del concejal de Parques e Xardíns, Alberto Oubiña, a comprobar el resultado de la restauración. El propio regidor mostró su satisfacción con la obra realizada no solo en el estanque sino en todo el entorno que, con un proyecto «non moi custoso» obtuvo un resultado «magnífico».

En el estanque se ha recuperado por completo tanto el interior como el borde. Además, han instalado 17 ranas de metal -un poco más grandes que las originales-, que hacen de surtidores de agua, seis en el perímetro exterior y once en la isla que hay en el centro. Esta también fue restaurada ya que el crecimiento de la araucaria que hay en la misma había causado daños. La restauración se completa con dos surtidores en medio del agua, plantas acuáticas y un completo sistema de iluminación que realzará más si cabe el renovado estanque en las horas nocturnas.

En el entorno, además del palomar que ya luce decorado desde hace unos meses, se instalaron varios bancos de madera. Uno de forma semicircular en uno de los extremos del estanque y otros dos, aprovechando el muro que lo separa de la calle Pastor Díaz. Además, se restauró el pavimento de toda esta zona, muy dañado por las raíces de los árboles.

De momento, sin patos

¿Y los patos? De momento no se prevé que el estanque tenga habitantes. «Estámolo a analizar, pero é realmente complicado», apuntó Lores. Y es que con asuntos como la gripe aviar no se recomienda la presencia de estas aves en un parque público.