Calles con alquileres «a precios de ricos» sin apenas bajos libres

María Hermida
maría hermida PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

RAMON LEIRO

Benito Corbal y la zona peatonalizada de Loureiro Crespo tienen unas 26 tiendas de ropa, casi todas de cadenas o franquicias

11 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Da igual que no mida una milla. Hace tiempo que Benito Corbal y parte de Loureiro Crespo tienen un seudónimo claro en Pontevedra: son la milla de oro comercial. Y punto. No es para menos. A media mañana, la calle tiene un ambiente considerable. Hay oferta textil, de calzado o complementos por doquier. Y los alquileres en esta zona, tal y como los definen los pocos pequeños comerciantes que resisten en esta parte de la ciudad -el entorno está colonizado por las grandes cadenas y las franquicias-, tienen «precios de ricos». Pese a ello, apenas hay bajos que cuelgan el cartel de se alquila. Ayer, concretamente, desde el hospital hasta la esquina de Benito Corbal con Daniel de la Sota había únicamente siete bajos sin actividad. Uno de ellos se había puesto en alquiler anteayer, y desde la inmobiliaria que le colocó el cartel indicaban que en menos de 24 horas ya le ha aparecido inquilino. «Se está cerrando el trato, pero se alquila ya», señalaban.

Vayamos primero al pasado. Nada mejor que hablar entonces con los comerciantes más veteranos de la milla de oro. Es el caso de las hermanas Novás, de Caramelos Novás, un establecimiento con medio siglo de antigüedad. Ellas explican que su padre abrió primero un ultramarinos y luego la tienda que ellas heredaron, y que cuando lo hizo aquello era el extrarradio: «Siempre decíamos que íbamos al centro cuando bajábamos hasta la Peregrina. Y en cambio luego esto se convirtió en una zona muy comercial, siempre con mucho ambiente. La pena es que no haya más pequeño comercio, pero con el precio que tienen los alquileres es imposible», dicen.

Desde una tienda textil local ubicada en Benito Corbal también abren el cajón de los recuerdos, y dicen: «Aquí siempre hubo movimiento comercial, pero éramos todos pequeños comerciantes. Luego llegaron las cadenas y cambió todo». Hay una fecha clave en ese proceso: el desembarco del gigante Inditex. Su primera pica en la milla de oro la puso a principios de los ochenta cuando, en un bajo más pequeño que el actual, abrió Zara. A partir de ahí, de forma paulatina, las cadenas y franquicias fueron colonizando Benito Corbal y Loureiro Crespo. Hoy, sobran los dedos de la mano para contar las tiendas de comercio local en la zona.

Los pocos empresarios locales que quedan tienen, en su mayoría, los bajos en propiedad. Dicen que, de lo contrario, sería imposible resistir, que los alquileres están por las nubes. ¿Qué precios tienen? Las inmobiliarias prefieren no concretarlos. Pero por alguno parece ser que se piden más de 20.000 euros al mes.