Enésima oportunidad para el Savoy desde su rehabilitación

Elena Larriba García
Elena Larriba PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

capotillo

El hostelero pontevedrés Pablo Liste y su mujer Ana Cano se hacen cargo de un local que ya pasó por varias manos

21 ene 2020 . Actualizado a las 12:57 h.

El edificio del antiguo Bar Savoy fue durante años un símbolo de la degradación urbanística en un entorno monumental tan emblemático como la Praza da Ferrería. El viejo café que había abierto sus puertas por primera vez en 1936 y fue uno de los epicentros de la vida social y cultural de la ciudad, cerró en el 2003 y a partir de ahí empezó su progresivo deterioro hasta la más absoluta ruina, ante el lamento ciudadano y los requerimientos del Concello a los propietarios del inmueble para que lo adecentaran.

Después de casi una década de abandono se hizo la luz con el compromiso adquirido por el empresario José Ángel Francisco Araújo, que se convirtió en arrendatario y promotor de la restauración del edificio para reabrirlo como local de hostelería. La rehabilitación fue lenta, un calvario, pero por fin el 1 de septiembre del 2011 era inaugurado el nuevo Savoy con una moderna decoración interior que poco tenía que ver con el local que fundara Aurelio Fontán y por el que pasaron escritores, pintores, políticos e intelectuales de la época.

La dicha no duró mucho, un año y medio después, a finales del 2012 el renovado café volvía a estar cerrado, supuestamente por vacaciones. Un cartel pegado en sus ventanales advertía que era un cierre temporal y así se mantuvo hasta que dos hosteleros de O Grove tomaban el relevo al empresario que rehabilitó el inmueble y reabrían el local con otro planteamiento. En abril de 2013 comenzaba un nueva etapa para el Savoy con el propósito que siguiera formando parte de la historia de la ciudad.

Los nuevos promotores, Eduardo Soto y Daniel Goday, procuraron recuperar el espíritu del viejo café, dándole un nuevo aire al establecimiento, incluso con música en directo las noches de los viernes, pero la suerte no les acompañó demasiado y a principios de este año 2017 echaron también el cierre.

Un nuevo proyecto empresarial pretende darle ahora una nueva vida. Al frente de esta tercera etapa desde su rehabilitación se encuentran el empresario pontevedrés Pablo Liste y su mujer Ana Cano, propietarios del Badiana Tapas en la Praza da Leña. Prevén reabrirlo a mediados de este mes y su intención es convertirlo en un restaurante y tapería de referencia, con una propuesta gastronómica contemporánea, fusionando la cocina gallega más tradicional con la de otros lugares.

«Queremos crear dos espacios diferenciados en el local. Una planta superior dedicada únicamente a servicio de restaurante, en la que disfrutar de una relajada comida o cena y de unas vistas únicas. Y una planta baja y terraza pensada para compartir, donde la clientela se pueda reunir a disfrutar de buen vino y de un surtido de atractivas tapas.

En cuanto al diseño del local, la intención es realizar un ligero cambio de decoración e imagen que no distraiga a los clientes del auténtico objetivo: la cocina. Al frente de la misma estarán los chefs Carmen Canabal y Francisco Muñoz.