La Pontevedra que pudo ser... pero se quedó en el cajón

Serxio Barral Álvarez
Serxio BArral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

PP DE PONTEVEDRA

Algunas solo fueron promesas electorales; otras, anuncios formales. De haberse ejecutado, habrían transformado la ciudad

03 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La hemeroteca es uno de los mayores enemigos de los políticos. Promesas que se quedan en nada, proyectos anunciados que no salen adelante, propuestas que adornan muy bien el papel pero que nunca han llegado a nada. Y promesas electorales difíciles de cumplir, claro.

Pontevedra no es una excepción, y un repaso a la hemeroteca más o menos reciente llevan a dibujar cómo sería la Pontevedra que nos apuntaron nuestros políticos, los que gobiernan o gobernaron y los que no, si hubieran fructificado todos los planes.

Aunque no se puede decir que sean promesas incumplidas pues no llegó a alcanzar la alcaldía, el primer lugar de un hipotético ránking ha de llevárselo forzosamente Telmo Martín, que en dos ocasiones (2007 y 2011) fue candidato del PP. Sus proyectos hubieran transformado la ciudad: el más emblemático, eliminar el tráfico en la plaza de Galicia soterrando la circulación y el aparcamiento. El coste de los proyectos que defendía Martín en su segundo asalto a la alcaldía era de 377 millones de euros. Cinco veces el presupuesto municipal para este año, o 29 veces el capítulo de inversiones para este 2017. Lógico que la pregunta que se hizo Pontevedra cuando Martín presentó su proyecto fuera ¿cómo se paga todo esto?

Aquella idea para la plaza de Galicia preveía crear en el subsuelo un espacio de ocio. Pero la palma en este campo se la leva Antón Louro (PSOE), que en aquella misma campaña electoral prometió un cámping en Tomeza y un parque acuático en Campañó o Xeve. «Un espazo de lecer que será un referente para toda Galicia e o norte de Portugal», anunciaba. La diferencia con Martín es que Louro sí formó parte del gobierno, y su grupo asumió las responsabilidades en materia de Turismo. Del parque acuático, nada de nada.

Y puestos a hablar de responsabilidades de gobierno, el BNG también tiene sus fantasmas en el cajón. Un de los mayores incluso tenía nombre: A Gran Ferrería. Se trataba de reformar la plaza, más emblemática de Pontevedra y sus espacios adyacentes, triplicando el espacio actual hasta los seis mil metros cuadrados y, lo que era la clave del proyecto, creando un aparcamiento subterráneo. Incluso se encargó en el 2001 un estudio sobre la viabilidad del párking. Pero el proyecto nunca llegó a salir del cajón.

Otros aparcamientos subterráneos también se han quedado por el camino. Unos frustrados por la crisis económica (Huerta del Cura, Finca del Teucro), otros por falta de viabilidad (Amado Carballo); otros porque nunca pasaron del papel al proyecto (Gutiérrez Mellado).

Son solo unos pocos ejemplos de la Pontevedra que pudo ser y no fue, pero rebuscando en la hemeroteca salen muchos, muchísimos más.