El extremo asturiano del Pontevedra aspira a tener ante el Somozas tras más de siete meses lesionado
14 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Más de siete meses de romperse el ligamento cruzado anterior de la rodilla en el partido frente al Racing de Santander, Iker Alegre vuelve a sentirse futbolista. El extremo asturiano, que tras un largo proceso de recuperación empezó a trabajar con el resto de sus compañeros y a tocar balón hace un par de meses, ya tiene el alta médica y está a disposición de Luisito para jugar cuando este lo estime oportuno. La semana pasada, el técnico de Teo ya lo incluyó en la convocatoria, dando un nuevo paso hacia su reaparición. Y ahora, el gijonés espera como agua de mayo volver a saltar a un terreno de juego en partido oficial, algo que podría suceder este mismo domingo en el duelo del Pontevedra en el campo del Somozas.
«Las sensaciones son buenas, la rodilla no me está molestando», explica el futbolista, que desvela que «es la primera vez que sufro una lesión de tanta duración». Alegre, de 31 años, reconoce que este largo período en el dique seco ha sido una experiencia nueva para él que, aunque negativa, le ha servido de aprendizaje. «He intentado llevarlo con el mejor humor posible, pero la verdad es que se pasa mal -admite-. Han sido unos meses de mucho trabajo, a veces con tres sesiones diarias, y la verdad es que me he sorprendido a mí mismo de lo que he trabajado. Pero ahora estoy recogiendo los frutos», explica.
Ahora, preparado para volver a jugar, el extremo asturiano asegura sentir la ilusión de un juvenil y que esta lesión le ha servido para ver el fútbol de otra manera. «Aprendes a valorar lo que es jugar cada domingo -afirma-. Antes, a veces, ibas a un campo que no te acababa de convencer y no ibas con el mismo ánimo. Y ahora, en cambio, en cualquiera que me pusiesen tendría muchísimas ganas de jugar, me daría igual un campo de tierra, barro o lo que sea», añade.
El extremo granate señala, además, que ha sufrido más desde la grada que estando en el terreno de juego. «Cuando estás en el campo no hay nervios, pero en la grada afloran. Y además, en los últimos partidos, sobre todo los de casa, nos están haciendo sufrir y se pasa mal. Pero bueno, los partidos son 90 minutos y hasta el rabo todo es toro, los estamos sacando adelante y el objetivo está más cerca», apunta.
Centrado ya en el fútbol, Alegre ahora solo piensa, al igual que sus compañeros, en el duelo de este domingo ante el Somozas. Y avisa de que, en contra de lo que pueda parecer, no será un partido sencillo. «Ellos ya están descendidos, pero eso es un arma de doble filo porque ahora jugarán más sueltos, sin presión -señala-. Así que nosotros debemos hacer lo mismo que el resto de partidos, respetar al rival al máximo y salir a por todas porque para nosotros es un partido muy importante», concluye.