Líbano, Irak o Mali, posibles próximas misiones internacionales de la Brilat

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

CAPOTILLO

La brigada retomará en el 2018 los despliegues en distintos teatros de operaciones

30 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Aunque reconoce que «es un poco prematuro», el recientemente ascendido a general de división Luis Cebrián Carbonell reconoció que las expectativas en el seno de la Brilat son que la brigada se incorpore en el 2018 al ciclo de disponibilidad, las rotaciones que las diferentes unidades del Ejército de Tierra realizan para participar en misiones internacionales. En diciembre de este año concluye el período de stand down -algo así como estado de alerta- en el seno de la Fuerza de Muy Alta Disponibilidad de la OTAN (VJTF, Very High Readiness Joint Task Force).

De este modo, «es posible que en el próximo año haya una o dos salidas, seguramente dos, a los teatros exteriores». De este modo, todo apunta a que el próximo despliegue de la Brilat sea en el Líbano, «que es el que más volumen de personal lleva», así como cabe la posibilidad de que se desplacen contingentes a Irak o Malí. «Está pendiente de decisión y está en discusión, pero lo que sí parece es que ya la Brilat vuelve a entrar, de nuevo, en el ciclo de disponibilidad», remarcó ayer en el transcurso de un encuentro con periodistas con motivo de su nuevo destino en Madrid.

El pasado sábado, se publicó su ascenso a general de división y ahora está pendiente de que se oficialice su nombramiento como nuevo responsable de la Dirección de Acuartelamiento (DIACU). Este destino, según resaltó el propio Luis Cebrián, le permitirá seguir en contacto con la Brilat: «Es una etapa distinta, más orientada a la gestión, más orientada al control de los servicios generales en un ámbito muy exigente, pero que tiene un plus gratificante: una de las unidades que estarán bajo mi mando es la unidad de servicios de esta base. Siempre tendré una buena excusa para visitar esta base».

En este punto, no dudó en realizar un balance «muy positivo» de los algo más de tres años que ha estado dirigiendo la brigada. Echando la vista atrás, incidió en que tras todo el conflicto por la propiedad de los terrenos sobre los que se asienta el acuartelamiento pontevedrés, en la actualidad se respira «una paz social francamente agradable».

«Nunca percibí una relación de hostilidad», remarcó quien sostuvo que su tarea en este ámbito fue la de «volver a retomar la ciudad, no en el término militar, sino en el sentimental». Este objetivo tuvo su colofón con los actos por el cincuenta aniversario de la brigada que se celebraron en el centro de Pontevedra. Confesó que no se podía esperar una respuesta ciudadana mejor que la que recibieron: «Me tengo que trasladar a Madrid el 12 de octubre y aún con todo creo que en Madrid se diluye. No he notado tanto calor como el que he notado en Pontevedra».

Destacó la estrecha relación de la Brilat con la ciudad del Lérez. A fin de cuentas, en la base General Morillo están acuartelados 2.400 militares, buena parte de los cuales realizan su vida y sus compras en la capital y su entorno. «Es una ciudad que te cautiva y donde mi familia y yo hemos vivido en la gloria. Nos hemos hecho fanáticos. No sé si seré reconocido como pontevedrés de toda la vida, pero yo me siento».

Además de su participación en misiones internacionales y de liderar la primera VJTF de la historia de la OTAN, el paso de Luis Cebrián será recordado como el del mandato en el que la base modernizo sus instalaciones y las adecuó a las nuevas necesidades de adiestramiento. En este tiempo, la Brilat ha dado los pasos necesarios para transformarse en una de las ochos brigadas polivalentes del Ejército de Tierra. Se trata de una remodelación a nivel de filosofía, pero también en su estructura, de tal modo que incorporó un regimiento de caballería que hunde sus raíces en el siglo XVI.