Amencer extiende a más colegios su plan pionero de inclusión educativa

Cristina Barral Diéguez
cristina barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

AMENCER

Alumnos de centros ordinarios y de uno especial interactúan a través de actividades

14 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Impulsar la educación en valores y al mismo tiempo la inclusión educativa. Es el doble objetivo que persigue el proyecto Inclusión a la Inversa que desarrolla la asociación Amencer Aspace de Pontevedra a través de su centro de educación especial (CEE). Esta iniciativa pionera se puso en marcha el pasado curso con la participación de cien alumnos de primaria de dos colegios públicos, el CEIP Laredo de Chapela (Redondela) y el Froebel de Pontevedra. Este año se prevé extender el plan a más colegios públicos ampliando su periodicidad. «Si antes programábamos una actividad cada tres meses, la intención es hacer una al mes. Tampoco queremos vernos desbordados porque cada taller se adapta en función de la edad», explican en la asociación.

¿Y en qué consiste el proyecto Inclusión a la Inversa? En la realización de actividades conjuntas entre alumnos de un centro educativo ordinario y de un centro especial como el de Amencer. Este curso la primera visita fue, el pasado viernes, de estudiantes de 3º de primaria del CEIP Praza de Barcelos de la ciudad. Estos escolares pudieron conocer de primera mano las capacidades y la tipología de actividades que se desarrollan en Amencer. Al hacerlas de forma conjunta se fomenta el trabajo en equipo o colaborativo entre escolares de ambos centros.

Lo que se busca con la iniciativa, apuntan desde la asociación, es una sociedad más inclusiva que tenga en cuenta las necesidades individuales de todos sus ciudadanos. Los talleres en los que participaron alumnos del CEIP Praza de Barcelos versaron sobre pintura (utilizando secadores y pelotas), cuento vivenciado, cocina con ayudas técnicas y grabación a través de cámara adaptada.

Mónica Touriño, gerente de Amencer, señala que otro de los aspectos del proyecto Inclusión a la Inversa es que permite que los alumnos que acuden a centros ordinarios conozcan la modalidad de «escolarización combinada». «Hay niños que están unos días a la semana en un colegio ordinario y otros en un centro de educación especial», subraya. La semilla del proyecto hay que buscarla en el CEIP Laredo de Chapela. El colegio estaba desarrollando un proyecto de microempresa de emprendimiento con plantas para hacer esencias de colonia. «Se pusieron en contacto con nosotros porque querían destinar los beneficios a una entidad y nosotros les ofrecimos hacer los paquetes en el centro de día. Ese fue el germen de Inclusión», desvela Touriño.