Ravachol se rebela contra la eléctricas por el tarifazo de la luz

Elena Larriba García
Elena larriba PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

CAPOTILLO

El loro irrumpe en el carnaval muerto de frio, con batín, fuego de leña y un candil para protestar contra la pobreza energética

28 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Ravachol ya está entre nosotros. El símbolo del entroido pontevedrés llegó ayer a Pontevedra en medio de un chaparrón y muerto de frío, con sus plumas congeladas y muy enojado con el Gobierno del Estado, con el Ministerio de Industria y con las empresas del sector eléctrico que imponen a todos unas tasas de la luz «abusivas e inxustas».

Abrigado con un batín rojo, una fogata y un candil a sus pies, además de un contador de la luz inteligente a su vera, el loro irrumpió en el carnaval tan pícaro, burlón e irreverente como siempre, haciendo esta vez una crítica feroz contra la pobreza energética y diciendo «xa está ben».

María Simal, como introductora de su presentación ante la sociedad pontevedresa, puso el énfasis en que Ravachol se mantiene fiel a su estilo, alegre y feliz de encontrarse de nuevo entre sus gentes, pero también levantando la voz contra la injusticia que supone el tarifazo «que impídelle, tanto a el como a moitos dos seus conveciños, poder quentar minimamente os seus fogares, mentres as empresas eléctricas e os seus consellos de administración, cheos de políticos, fártanse de gañar cartos sen importarlles o máis mínimo as dificultades polas que está pasando o resto da sociedade».

«Neste entroido de festa temos que levantar a voz, temos que facernos oír para que deixen de asoballarnos políticos e empresas sen escrúpulos, para ser nós mesmos e poder vivir cun mínimo de dignidade». En esta tarea trabajará duramente Ravachol estos días, sin dejar de gozar de la fiesta, según subrayó la portavoz del loro.

Bienvenida

La bienvenida al loro se celebró como es habitual en la Praza da Peregrina, ante la recreación de la Botica de Don Perfecto Feijoo, donde se dieron cita numerosos pontevedreses para ver con quién o con qué se iba a meter este año el mordaz pajarraco.

Allí los miembros de la Sociedade Ricriativa de Xeve le pusieron el disfraz y desvelaron el secreto mejor guardado del entroido. El acto se realizó con toda celeridad debido al fuerte chaparrón que cayó en ese momento, sin que por ello se viera deslucido.

Mide más o menos los dos metros de altura de siempre y lleva en su estructura miles de plumas con un gran colorido, que se deja entrever bajo el batín del disfraz.

Tras su presentación en sociedad, el loro inicia ahora cinco días de desenfreno y correrías por la ciudad, hasta que el sábado muera víctima de los excesos de estas fiestas y sea velado e incinerado como se merece.

Ravachol sigue más vivo que nunca en el entroido de la capital del Lérez, donde reaparece año tras año para visitar las prazas de la Peregrina, Teucro, A Verdura y todo el centro histórico.