Un documental vikingo, a la conquista de los Mestre Mateo

PONTEVEDRA CIUDAD

CEDIDA

Una coproducción internacional recrea los lazos de Galicia y Escandinavia a través de los siglos

29 ene 2017 . Actualizado a las 09:05 h.

Catoira, no hay duda, está de moda. Al interés suscitado por su relación con el mundo normando, al hilo de la serie Vikings y los documentales paralelos que el Canal Historia rodó al pie de las Torres de Oeste, entre otros enclaves europeos, se suman ahora sus resonancias en otra serie televisiva, El final del camino, una producción de Voz Audiovisual que TVE y la TVG están emitiendo al unísono. Aquí llega una tercera referencia: el documental Lordemani, una coproducción internacional con participación galaica que aspira a los premios Mestre Mateo.

La Academia Galega do Audiovisual dará a conocer, el viernes que viene, si Lordemani se convierte en uno de los cuatro trabajos seleccionados para pelear por el galardón. De momento, las perspectivas son excelentes. La idea del documental parte de la productora norteamericana Cinexin Estudios. A su cabeza se sitúan dos realizadores gallegos: el director Brais Revaldería y el productor ejecutivo Ricardo Pérez, ambos asentados en Nueva York. Se asocian en este empeño con la firma madrileña Everniamedia y la compañía galaica Queiman e Pousa. 

«Una historia de amistad»

El título de la cinta recoge la denominación que los normandos recibían en la antigua Galicia. Aquellos lordemanos, cuya primera incursión en el fin del mundo data del siglo IX, y los habitantes de la vieja Gallaecia tendieron, sin saberlo, lazos capaces de trascender el espacio y el tiempo. Los saqueos de Ulf O Galego, cuyo hipotético sepulcro acaba de ser descubierto. La presencia en las rías de Björn Brazo de Hierro, hijo del legendario Ragnar Lodbrok (ambos protagonistas de la serie Vikings). La reconstrucción de la fortaleza castrexa a orillas del río Umia que dio lugar a las Torres de Oeste. Un silencio de siglos. Y, por fin, la reconciliación contemporánea, con la puesta en marcha de la Romaría Vikinga y el hermanamiento de Catoira y la villa danesa de Frederikssund.

Lordemani fue rodado en ambas poblaciones. En Catoira, aprovechando los desembarcos del 2014 y el 2015. En Frederikssund, durante la Vikingespil del 2014 y el 2016. «Esta es una muestra de la cultura y el carácter común de dos pueblos que, sin llegar a entenderse verbalmente, son capaces de crear lazos duraderos de amistad», subraya Bruxo Queimán. Es hora de que un Mestre Mateo remate la jugada.