El complemento de antigüedad, la manzana de la discordia

Alfredo López Penide
L. Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

20 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Las discrepancias, en principio, insalvables y que abocan a Pontevedra a una huelga en la recogida de la basura, se encuentran en el abono a los trabajadores del complemento de antigüedad. Mientras la concesionaria Cespa Ferrovial sostiene que es un gasto que, hoy por hoy, no puede asumir, los trabajadores rechazan tal extremo y estiman que, por el contrario, la empresa se había ahorrado unos 320.000 euros por este concepto desde el 2013 hasta la actualidad.

El comité de empresa realiza este cálculo en función de la jubilación de dieciocho personas, lo que le habría supuesto a Cespa un ahorro de 195.000 euros, así como de las prejubilaciones que se han producido desde entonces y que «se está aforrando un total de 56.000 euros». A ambos conceptos, el comité suma un tercero, el de las plazas sin cubrir o vacantes, que cifran en once y que conllevarían, según sus cálculos, unos 71.000 euros.

De igual modo, apuntan que otros frentes de ahorro proceden de la propia maquinaria por una doble vía. Por un lado, porque ya estaría amortizada plenamente y, por otro, porque hay vehículos que no salen a la calle y, por tanto, no gastan combustible.

Pero, ¿qué le supone a la empresa anualmente el complemento de antigüedad? Los datos que ofrece el comité de empresa apuntan en la dirección de que serían veinticinco mil euros anuales, una cifra que dista de los sesenta mil que les trasladó la empresa. Añadieron que son veintitrés los trabajadores que están cobrando este complemento.