Sesenta años de un toro hecho símbolo

C. Pereiro PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

C. Pereiro

Ponte Sampaio se divide entre aquellos que vivieron la instalación de esta valla publicitaria y los que no

16 dic 2016 . Actualizado a las 08:09 h.

La mayoría de los habitantes de Ponte Sampaio se sorprende cuando hacen la cuenta. Este 2017 el toro publicitario de Osborne, su toro, cumplirá sesenta años sobre el monte de esta parroquia pontevedresa.

Fue uno de los primeros en instalarse, señala Iván Llanza, responsable de comunicación de la famosa marca del vino. También explica que aquellos primeros toros eran más pequeños que los actuales, de 14 metros, de metal y de casi cuatro toneladas de peso. La instalación de estas figuras, diseñadas por Manolo Prieto, formó parte de una de las campañas publicitarias más exitosas de la historia, al conseguir que un logo se convirtiera en símbolo nacional, y acabar estampado a día de hoy en banderas, camisetas, mecheros y hasta maleteros.

«Lembro que fora un momento bonito para a chavalada toda. Os nenos estaban como tolos por subir e velo aí ao lado. No seu día fora todo un acontecemento», explica Carmen Santos, vecina de Ponte Sampaio. Ella peina los 78, por lo que aunque la fecha está lejana, aún lo recuerda bastante bien. «Espero que nunca o quiten. Para a zona é coma un símbolo xa, como algo máis da aldea».

Esa idea de monumento intocable, que sirve a la parroquia y que hasta ha logrado la llegada de visitantes y cierta atención durante años, es compartida por la gran mayoría de los habitantes del lugar. Por ello, cuando hace algunos años un temporal dejó seriamente dañada la valla, no pocos pusieron el grito en el cielo para su recuperación. La empresa, encargada de su cuidado y reparación, lo hizo al poco tiempo. El toro volvió a lucir como nuevo.

«Aínda teño na cabeza ese día», dice Teresa Reguero, de 63 años. «Agora o camiño para chegar ata el está algo máis deixado, con toxos, pero pode chegarse perfectamente. Dende arriba hai unhas vistas preciosas da ría». Teresa tiene su casa a unas decenas de metros de la valla publicitaria, casi en una posición privilegiada. «Se ata dá a benvida cando chegas. É moi chamativo».

Tantos años sobre un monte dan para mucho, por eso que Ponte Sampaio ya se divide entre aquellos nacidos antes de su instalación y los que fueron llegando después. Eso sí, todos coinciden en haber subido en algún momento de su vida hasta las patas del toro y ver su espalda, algo que no todos los que atraviesan con sus vehículos la N-550, dirección Vigo, pueden decir.

Seis décadas son mucho tiempo, por eso Osborne ha ido cuidando en la medida de lo posible la figura. «Hai tempo que non veñen pintalo, non estaría de máis», dice Teresa. «Algúns rapaces teñen pintado tonterías nel e tal, pero a empresa tratou sempre de telo ben conservado».

Fuera de su aportación publicitaria, los toros de Osborne fueron declarados en 1994 como patrimonio cultural y artístico de los pueblos de España por el Parlamento, después de que ese mismo año el Reglamento General de Carreteras indicara su retirada. La comunidad gallega cuenta con un total de cinco. Uno por provincia, a excepción de Pontevedra que tiene dos. Para conocer y ver el otro habría que desplazarse hasta A Cañiza.