Los coches piden paso a los peregrinos

Carmen García de Burgos PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

El tramo de dos kilómetros del Camino Portugés de San Amaro, que atraviesan cada año unos 50.000 caminantes, que han tomado la carretera provincial por la que discurre, generando un grave problema de seguridad

14 dic 2016 . Actualizado a las 13:44 h.

Es un gran peligro para la seguridad vial, pero ni los propios peregrinos lo perciben. Menos mal que sí lo hacen los conductores. El tramo de dos kilómetros del Camino Portugués que atraviesa la parroquia de San Amaro, en Barro, está tomado por los caminantes que se dirigen hacia Santiago, unos 50.000 cada año, quienes, tras varias etapas que discurren por montes y zonas naturales, llegan a un punto en el que la carretera provincial toma el relevo. Y, de repente, los vehículos se convierten en los intrusos de la calzada. Los peregrinos continúan su marcha en grupos que les impiden circular sin que ello conlleve accidentes graves, hasta el punto de obligar a los propios coches a detenerse. Las buenas previsiones turísticas apuntan a un incremento de hasta 80.000 o 100.000 peregrinos para la ruta portuguesa en los próximos años, lo que puede llegar a plantear un panorama realmente complicado.

Es precisamente el que pretenden evitar que se haga realidad la Diputación de Pontevedra, el Concello de Barro y la Amigos do Camiño Portugués a Santiago, que se acaban de reunir para pedir a la Xunta que colabore en la creación de una senda peatonal que ponga fin a esta situación.