Nueve de cada diez «lombos», demasiado suaves para Fomento

Serxio Barral Álvarez
Serxio Barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Capotillo

Un informe técnico municipal reabre la polémica entre el gobierno local y el PP sobre la modificación de la ordenanza

29 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace varios meses, el PP logró sacar adelante en el pleno una propuesta de modificación de la ordenanza municipal de circulación para introducir una regulación específica de los pasos de peatones sobreelevados («lombos») en Pontevedra. Se trataba de que el Concello asuma el criterio del Ministerio de Fomento para la instalación de estos elementos de calmado del tráfico. Desde el gobierno local se afirmaba que los criterios de Fomento endurecerían los «lombos» actuales, y ahora un informe municipal le da razón.

Fue el ingeniero municipal el que revisó uno por uno los 353 pasos elevados que hay en el casco urbano -de ahí el retraso del informe, que el PP lleva esperando desde el mes de abril-, y la conclusión puede resultar sorprendente: apenas hay siete cuya dureza está por encima de las recomendaciones de Fomento; otros 24 están en un rango de dureza similar al que propone el Ministerio; y nada menos que 322, o sea el 91 %, incumplirían esa normativa por ser demasiado suaves. De estos últimos, 57 quedarían fuera de la ordenanza ya que son plataformas o mesetas, no «lombos». Pero los otros 265 sí, y ciñéndose al sentido estricto de cualquier ley, habría que modificarlos para adaptarlos a la normativa de Fomento si finalmente es esta la que se impone en Pontevedra. Y esa adaptación tendría un coste: 1,1 millones para adaptar los «lombos» que incumplen por ser demasiado suaves; 116.000 para adaptar los siete que se exceden por duros; 127.000 para corregir otros aspectos, y 651.000 para repintarlos absolutamente todos según las recomendaciones de Fomento. En total, cerca de dos millones de euros.

Pero en caso de aprobarse la molificación de la ordenanza, ¿es necesario adaptar todos los «lombos» ya existentes? Es difícil saberlo, ya que existen dos criterios, y parece que ambos encuentran técnicos que los avalan.

Por un lado, el gobierno sostiene que sí, que habría que adaptarlos todos. Los que incumplen por defecto y los que lo hacen por exceso. No puede quedar ningún paso sobreelevado fuera de la normativa, sostienen, porque eso acarrearía problemas legales.

Y por otro lado, el PP insiste en que ellos no quieren que se revisen todos, sino que la normativa solo sea efectiva para los que se construyan a partir de su entrada en vigor, sin efectos retroactivos. Bastaría, dijo ayer el portavoz, Jacobo Moreira, con introducir una «coletilla» en la propia ordenanza.

El asunto seguirá coleando. El gobierno se agarrará a las consecuencias presupuestarias que, en su opinión, acarrearía modificar la ordenanza para descartarla, previa solicitud de informe de Intervención. Y el PP insistirá en la «cacicada» de saltarse a la torera un acuerdo plenario.