«Mateo Ferrer supera los registros goleadores de cualquier ?crack? de la Liga española. El delantero mallorquín es el máximo referente en categoría nacional». Así comenzaba una información que un diario deportivo publicaba sobre el delantero mallorquín hace menos de un año. Entonces, al tener solo 24 años la normativa exigía un cambio de licencia que impedía al joven jugar en el primer equipo de su club, el Mallorca, en cuyo filial destacaba. Al final de temporada había anotado un total de 27 goles.
Esta la pasará en el estadio municipal de Pasarón gracias al contrato firmado el pasado viernes entre el jugador y el Pontevedra CF, que permitirá al club contar con su destreza con el balón esta temporada. En los 2.871 minutos jugados en el Mallorca B, equipo que milita en Tercera, el delantero natural de Inca -que mide 1,83 metros- vio seis tarjeta amarillas y una roja -ante el Ferriolense, por acumulación de amarillas-.
La posible marcha de Kevin
Se trata de un goleador de área que también destaca por ser un buen rematador. Fueron estas dos cualidades las que llevaron a la dirección de la entidad granate a apostar por él para cerrar la plantilla. O casi, porque todavía falta por resolver la marcha de Kevin Presa, que prácticamente confirmó Luisito el sábado tras el partido del decimoctavo Trofeo Luis Otero contra el Lugo.
La ausencia del centrocampista, no solo del terreno de juego, sino también del banquillo, avivó las sospechas de que al pontevedrés le quedaba poco vistiendo la camiseta granate. Aunque el técnico teense no quiso concretar el destino del jugador, sí mostró su pesar por su marcha, y su falta de esperanza hacia un futuro fichaje que los sustituya. Aseguró que no hay ningún sub23 en toda la liga que reúna las condiciones, no solo físicas sino también mentales, de Presa.
También la presidenta del Pontevedra, Lupe Murillo, al final de la sala de prensa, ratificó lo anunciado por el entrenador -que hay un 99 % de probabilidades de que el central deje el club granate-, aunque matizó que hasta que no esté firmado el acuerdo, no se hará oficial. Para ello quedan, en realidad, apenas unas horas.