Rajoy-Pastor, el «matrimonio» estable

PONTEVEDRA CIUDAD

capotillo

Los dirigentes pontevedreses forman uno de los tándemes políticos más consolidados del país desde hace dos décadas y ahora encararán el difícil trance de esta incipiente legislatura

24 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Ana Pastor y Mariano Rajoy constituyen uno de los matrimonios políticos más estables que haya conocido la actual democracia española. Una relación a prueba de crisis como evidencia la mutua colaboración que mantienen desde hace dos décadas. Desde que Rajoy se la llevó a Madrid y la nombró directora general de la mutua Muface cuando comenzó de ministro de Administraciones Públicas en el primer Gobierno de Aznar. Durante 20 años, la carrera de Pastor Julián no se entiende sin escrutar el recorrido de Rajoy Brey por varios ministerios, pasando por la jefatura de la oposición y hasta llegar a la presidencia del Gobierno. Ambos forman la Pontevedra conection, un eje de poder que ahora reúne entre dos vecinos de esta capital a la segunda y a la tercera autoridad del Estado. Por lo menos, de momento.

La reciente elección de Ana Pastor como presidenta del Congreso de los Diputados confirma la devoción de Rajoy por la doctora zamorana, que ha construido su carrera política a la sombra de Mariano. Siempre de forma discreta y sin estridencias. Una palabra resume esa relación: fidelidad. La que Ana Pastor siente por su jefe de filas, del que no ha discrepado ni criticado acto o decisión alguna en todos estos años. Rebusquen por hemerotecas, videotecas y fonotecas. No encontrarán una declaración altisonante. Se le achaca que tiene un perfil bajo en comparación con otros presidentes que ha tenido el Congreso. Sí, seguramente. Pero ocurre lo mismo con el propio Rajoy. Y en general, es el que tenemos en la actual política española y gallega.

En un momento tan delicado como el que afronta, Rajoy necesitaba situar al frente del Parlamento a una persona fiel al tiempo que dialogante. Ana Pastor se ajusta a ese retrato a base de una trayectoria durante la que se ha labrado fama de ser una persona de consenso. Ahora va a tener una oportunidad histórica de acreditar esas condiciones pues el panorama de inestabilidad nos aventura una legislatura convulsa si es que Rajoy llega a ser investido, cuestión que aún presenta dudas razonables.

En Pontevedra hemos tenido un excelente banco de pruebas para comprobar y acreditar las dotes para la conciliación que han alentado la candidatura de Ana Pastor.

La capacidad de interlocución que como ministra de Fomento demostró con el gobierno municipal de esta ciudad permitió superar la sima que, sin embargo, separa desde siempre al presidente Rajoy del alcalde Lores. Ese nivel de negociación con la hasta ahora ministra de Fomento, ha permitido que Pontevedra se beneficiase de inversiones que difícilmente se habrían planificado si dependiéramos del diálogo de sordos entre presidente y alcalde. Me temo que el paso de Pastor a la presidencia del Congreso va a enfriar algunas de esas actuaciones que se habían conveniado con el Concello.

El vínculo entre Pastor y Rajoy solo se entenderá plenamente si reivindicamos el papel de José Benito Suárez Costa, íntimo amigo del presidente del Gobierno y esposo de Ana Pastor. Con la particularidad de que hasta el martes, Suárez Costa, como presidente de la Autoridad Portuaria de Marín, tenía como jefa a la ministra de Fomento, pues de ese departamento depende la red de puertos del Estado.

Confidente

Josebe es el afable compañero de caminatas, el confidente leal que escucha las disquisiciones de Mariano mientras ambos patean por la Ruta da Pedra e da Auga, como hacen cada día de las vacaciones oficiales de agosto que pasa Rajoy en su tierra. Si Mariano va de bermudas y polo, José Benito clavará el uniforme para evitar cualquier digresión. Ver, escuchar, callar. Y caminar al ritmo del jefe. Esa es la misión. Sin salirse del guión.