Enganchados a la gimnasia en el agua

Cristina Barral Diéguez
cristina barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

RAMON LEIRO

Las clases de «aquagym» están llenas en la piscina municipal. Da igual la hora y la edad de los participantes

10 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Las clases de gimnasia en el agua o aquagym tienen tirón y mucho en la piscina municipal de Campolongo. El abanico de participantes es diverso en edades y en motivaciones. Rebeca González, la monitora, apura los últimos minutos de su sesión matinal en el vaso de 18 metros, el mediano. La clase de las 9.30 horas es la más madrugadora y la del grupo que cuenta con usuarios de más edad. Pero también hay sesiones a las 20 y a las 21.45 horas. Son clases de unos 45 minutos de duración que se imparten con música. Pero esa música sirve sobre todo para ambientar y acompañar, ya que esto es aquagym y no aquaerobic, es decir, los ejercicios no se acoplan de forma homogénea a esos ritmos.

Acaba la clase. Antes de pasar por el vestuario y sin quitarse el gorro, varias asiduas acceden a contar por qué están enganchadas a esta disciplina deportiva. Dolores Portela tiene 58 y es de Pontevedra. «Llevo siete años. En parte me lo recomendó el médico porque tengo artrosis en las rodillas y el ejercicio en el agua me va muy bien», explica. Acude dos veces por semana y dice que los 45 minutos se le pasan rápido. «Hacemos ejercicios, pero también hablamos», reconoce. Dolores desvela que no sabe nadar. «Tengo un trauma porque de pequeña me tiraron al mar. Venir a la piscina me ha ayudado mucho a perder el miedo y además doy pie», señala. Esta mujer admite que hay una cosa que todavía no ha sido capaz de vencer: meter la cabeza debajo del agua.

Para Julia Juncal, de 71 años, la piscina es casi como su segunda casa. Ya no recuerda desde cuándo viene. «Catorce años o más, pero no solo hago aquagym, también natación y pilates», apunta. Julia, que es de Vilaboa, aprendió a nadar «de mayor». «No fue hace mucho, aprendí en el 2003 y a aquagym vengo por diversión, ese es el principal motivo». Practica dos días natación y dos días gimnasia en el agua. ¿Por qué hay más mujeres que hombres? Se encoge de hombros y con una media sonrisa se atreve a decir lo que piensa: «A ciertas edades son más vagos».

Marina Muñoz, que mañana cumple 58 años, coincidiendo con el H2Open Day que se celebra en la piscina, se acerca para que le pregunten. Esta segoviana afincada en Pontevedra tiene problemas de espalda y el aquagym es la mejor terapia para ella. «Es divertido y se pierde el miedo al agua».

Con más tranquilidad, Rebeca, la monitora, da algunas claves de por qué el aquagym triunfa entre mujeres y hombres de todas las edades, pero especialmente entre los mayores de 55 años. «Las ventajas respecto al gimnasio diría que son dos, el impacto es menor, con lo que no sufren las articulaciones, y se hidratan al mojarse, con lo que las posibilidades de marearse son menores. También el material pesa menos en el agua y al final esto es prevención, que va mejor que abusar de los medicamentos», cuenta. Rebeca, que lleva cinco años con esta disciplina, disecciona sus clases. «Los primeros 8-10 minutos son de calentamiento en el agua, la parte principal son casi 35 minutos, y los 5 finales de estiramientos». Respecto a la música confiesa entre risas que les pone de todo: «Desde AC/DC a La Barbacoa, de Georgie Dann, o incluso Elvis».

La monitora aprovecha la ocasión para animar a los mayores de 55 años a que participen mañana en las actividades del H2Open Day en Campolongo. La cita, gratuita, es a partir de las 9 horas.

«En parte me lo recomendó el médico porque tengo artrosis en las rodillas y me va muy bien»

«Vengo por diversión, ese es el motivo principal. También hago natación y pilates»

«Las ventajas con respecto al gimnasio son que el impacto es menor y que se hidratan al mojarse»