De residentes a especialistas

Cristina Barral Diéguez
cristina barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Eide Diana Alves se formó en Medicina Interna, y Javier López empieza en la especialidad de Medicina de Familia

02 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Unos se van del Complexo Hospitalario Universitario de Pontevedra (Chop) tras completar una formación de cuatro o cinco años, según la especialidad elegida, y otros llegan para aprender. Eide Diana Alves Pereira y Javier López Rosell son dos de los jóvenes que participaron ayer en el acto oficial de despedida a 33 especialistas y de bienvenida a los 35 nuevos residentes celebrado en el hospital Montecelo.

Javier López, pontevedrés de 25 años, eligió la especialidad de Medicina de Familia. Aunque su idea inicial mientras estudiaba la carrera era hacer la residencia fuera, al final decidió quedarse en la ciudad. «Tengo un hermano mayor en Madrid, pero valorando los pros y los contras opté por quedarme. La residencia va a ser una etapa de mucho trabajo y la calidad de vida y la comodidad también son cosas a tener en cuenta», argumenta.

En su caso, no estudió Medicina por vocación. «En mi familia no hay ningún médico, mis padres son abogados, tengo una hermana periodista y un hermano químico y siempre pensé en hacer Veterinaria porque me gustan los animales», reconoce. Al final, se decantó por Medicina y hoy cree que eligió bien, a pesar de que es una titulación «dura» y que se hace «larguísima». Aprobó el MIR a la primera tras hacer un curso intensivo de siete meses en Oviedo y optó por Familia una vez que por nota no pudo entrar en Digestivo. «No me apetecía ninguna especialidad quirúrgica y al final pensé que lo más sensato era Familia, que es la especialidad más general que hay y durante los cuatro años voy a hacer rotaciones por todos los servicios del hospital», remacha. Javier empezó a trabajar hace dos días en el centro de salud de A Parda y el 1 de diciembre arrancará la rotación en Montecelo. Digestivo y Cardio serán las primeras.

Afronta esta etapa con ilusión y ganas de poner en práctica los conocimientos teóricos aprendidos, matizando, eso sí, que la medicina es «inabarcable».

Eide Diana Alves ya es internista. A sus 31 años, esta portuguesa nacida en Venezuela completó el pasado 12 de mayo sus cinco años de residencia en Medicina Interna. «Aunque la residencia es dura y pasas por diferentes etapas, me lo imaginaba peor y volvería a hacerlo». Ella sigue en el Chop porque le ofrecieron un contrato de tres meses. ¿Cómo valora la formación recibida? «Muy buena, excelente. Aprendí muchísimo profesional pero también personalmente». A diferencia de Javier, Eide sí estudió Medicina por vocación. «De pequeña era de las que me disfrazaba de médico, ahora soy internista de corazón, creo que es la base de todo hospital porque se domina un poco de todo», subraya.

Incide en el buen ambiente que hubo entre los residentes.«Teníamos un grupo de WhatsApp y somos amigos, esa es otra de las mejores cosas de la residencia que me llevo». Eide, que en Venezuela vivía en una ciudad de dos millones de habitantes, preparó el MIR en Madrid y tenía claro que quería irse a una ciudad más pequeña. «Pontevedra es ideal para vivir, cómoda, con gente abierta y la playa cerca. Parte de mi familia está en Venezuela y otra parte en Portugal y eso también lo tuve en cuenta».

¿Y qué piensan de la sanidad pública en la ciudad? Ambos están al tanto del debate entre Monte Carrasco y Montecelo y de las discrepancias entre Administraciones. Defensores de la sanidad pública universal sostienen que, pese a problemas puntuales que puedan surgir, la atención a los pacientes es buena.