Un parque para perros con lodo, piscinas y tablas para sortearlas

Carmen García de burgos PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Inaugurado en el 2010, el único espacio público expresamente pensado para canes se encuentra dominado por el desgaste

20 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace exactamente dos años medio centenar de dueños de perros se reunían en la plaza de Campolongo para protestar por la escasez de espacios naturales en los que pudieran correr libremente sus mascotas. Aseguraban entonces que el parque canino construido por el Concello de Pontevedra en A Xunqueira de Alba estaba demasiado lejos para poder ser utilizado cómodamente por personas con movilidad reducida. Se quejaban también de que era excesivamente pequeño para dar servicio a la población de 9.000 animales que hay en la ciudad del Lérez.

Veinticuatro meses después, el recinto que se inauguró en el 2010 como la respuesta ideal a aquellos propietarios de perros ha ido absorbiendo todas las huellas que dejó el invierno primero y la primavera después. El cuidado de las instalaciones brilla por su ausencia. No solo las lluvias han anegado gran parte de la superficie, sino que el césped ha ido creciendo sin encontrar a su paso ningún impedimento para contar su altura por decenas de centímetros.

El terreno, de 2.500 metros cuadrados, da la bienvenida al visitante con dos tablas y una piedra que algún usuario colocó al otro lado de la puerta metálica de entrada al recinto para poder acceder sin necesidad de hundir los pies en el barro. O incluso en el agua. Porque para llegar a escasos centímetros de la papelera que se encuentra a la izquierda de la verja hay que ir ataviado con botas de agua, si lo que pretende uno es salvar el calzado.

Las zonas bajas del canil presentan, así, una imagen prácticamente homogénea en la que el lodo y los charcos de grandes dimensiones se reparten el perímetro interior del parque. Las altas están tomadas por el césped, excepto en algunos puntos concretos, en los que plantas aisaladas han alcanzado un tamaño considerable. No hay más continentes en los que depositar la basura o los excrementos de los animales.

Fuentes y bancos

En la zona intermedia, la hierba deja paso a una zona de arena, protegida por una lona de plástico verde de varios metros de longitud que cuelga entre dos árboles robustos. A unos metros de esta, un banco de madera lleno de barro y todavía mojado por las precipitaciones que caen durante la mayor parte de las mañanas de los últimos meses hacen inviable su uso.

Solo un poco más allá una tabla de madera sostenida sobre dos piedras sirve a los propietarios de los canes para descansar mientras sus mascotas campan a sus anchas, y un soporte que se asemeja al que sostiene las señales de tráfico mantiene en pie una manguera que hace las veces de fuente para los animales.

La zona exterior no soporta mucho mejor el paso del tiempo, y la señalización que continúa adherida a la verja que delimita el terreno exhibe sin pudor el desgaste de intentar aguantar estoicamente los arreones del viento, la lluvia y los inviernos.

Una tabla para salvar el calzado. Es la única manera de acceder al parque. Dos maderas y una piedra ayudan a los usuarios del recinto a salvar el primer escollo.

Piscinas en el interior. Junto a la única papelera que da servicio en todo el recinto se encuentra en primero de los charcos de considerables dimensiones del espacio verde.

En la parte baja. El estado de la zona inferior del canil convierte el perímetro interior del recinto en un lodazal que solo a veces cede su protagonismo a pequeñas piscinas.

Con palés de madera. Un grifo compuesto por un manguera y lo que parece parte del pie de una señal de tráfico, y una palé medio hundido «adornan» uno de los charcos del parque.

Entre árboles. La zona dominada por la arena está protegida por un plástico verde de varios metros de longitud que está sostenido entre las ramas de dos árboles robustos.

Sucio y con cemento. Es el único lugar del parque en el que los dueños pueden sentarse mientras sus mascotas campan a sus anchas. Está sucio y el cemento que lo fija al suelo, levantado. fotos c. g. b.