Dos jóvenes, dos estilos y una misma pasión: la moda, a la que le escriben desde sus conocidos blogs
10 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Hay personas que se ponen cualquier cosa encima, cualquier, y están de pasarela. Otras lucen divinamente después de horas de preparación. Natalia Maquieira y Andrea Carro no se sabe en qué grupo están. Pero, por una cosa o por la otra, llaman la atención por su atuendo. Ambas tienen estilo. Y a ambas les gusta la moda. Les gusta tanto que además de disfrutarla cada día la escriben. La cuentan bien. La primera, vecina de Pontevedra, lo hace a través del blog pasoapasoblog.com, y la segunda, de Cambados, desde rockmenotlove.com. Sus historias, sus vidas y el porqué de sus blogs son distintos.
Natalia comenzó con su página en al año 2010. Pero no fue hasta dos años después cuando, al ver que eran muchos los que se interesaban por sus estilismos, la orientó hacia la moda. Por ahora no se dedica profesionalmente a ello, pero seguramente bien podría ganarse la vida con sus consejos sobre estilismo. «De momento quiero disfrutarlo, si llega el momento de dedicarme a ello pues bienvenido sea», dice con una prudencia absoluta.
Echando una ojeada a su blog uno entiende que Natalia triunfe y que sume 20.000 seguidores en Instagram. Sus textos ponen muy fácil eso que para los profanos en materia de moda es tan difícil: elegir las prendas clave de cada temporada. Ella resume los imprescindibles para cada ocasión, cuenta sin necesidad de leerse grandes textos qué se lleva y qué no... Y añade entradas divertidas, como una sobre qué hacer en Barcelona, con tiendas y restaurantes fetiche. Por descontado, tiene una frenética actividad en las redes sociales y además cuelga vídeos en Youtube. En este último canal, está una de sus joyas: un irreverente y divertido vídeo en el que hace un paseo por su tocador, el llamado Closet tour, que fue colgado en agosto del 2015 y llevaba ayer 65.460 visualizaciones.
Con su carrera laboral orientada hacia el Derecho y la comunicación corporativa, la pregunta está clara: ¿De dónde saca Natalia Maquieira el tiempo para escribirle tanto a la moda? «Siempre encuentro un hueco, aprovecho las horas de comer o cualquier ocasión. Hacemos tres sesiones de fotos por semana». Dice hacemos y no hago porque tiene equipo detrás; su pareja, Javier Lineres, es el fotógrafo.
La niña «patito feo»
Andrea Carro habla de su blog como un proyecto vital. Empezó en el 2011 y puede decirse que su cuaderno digital le cambió la vida. Le sirvió para encontrar trabajo, ya que la dueña de una tienda lo vio y la llamó. Pero tuvo una utilidad más importante aún: «Empecé a verme en las fotos y casi no me reconocía. Pasé de verme como un patito feo a sentirme bien conmigo misma. A veces no me creo que sea yo la que se pone esos looks atrevidos».
A Andrea le gusta posar con ropa que se pone «cualquier día». Sus estilismos los marca su lema: «Quiero sentirme viva», enfatiza. Suele apostar por atuendos atrevidos, buscar espacios de su localidad, Cambados, en los que se siente cómoda y posar para Alexia Miñán, que es quien se encarga de fotografiarla.
Los textos de Andrea caminan entre los comentarios sobre moda, la vida, las sensaciones o los pequeños detalles domésticos. Al leerla, a veces da la sensación de que tiene un Gran Hermano cuando se está vistiendo que cuenta sus secretos. Explica que se le rompió una cremallera, que un botón no abrocha... Cuenta «aquellas pequeñas cosas» a las que tanto canta Serrat.
la anécdota
Natalia Maquieira, ahora bloguera de moda, fue la última reina infantil de las fiestas de la Peregrina. Corría entonces el año 1999 y con la cara dulce de la imagen era con la que Natalia vivía entonces aquellas celebraciones. «No me acordaba muy bien del año ya, la verdad es que pasó bastante tiempo. Fui reina con Vanessa, que era la mayor», señala en alusión a Vanessa Castiñeiras. Al verse en la fotografía con la que La Voz ilustraba su reinado, sonreía y señalaba: «Me hizo gracia volver a verme. Me preguntas si me veo guapa y no sé qué decir. De pequeña no me preocupaba nada por esas cosas». Tras su reinado, el Concello de Pontevedra suprimió ese certamen.