El Concello elaborará un censo de «grandes productores» de residuos

Serxio Barral Álvarez
Serxio Barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

También se registrarán a aquellas actividades que generan basura «singular»

04 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Dieciséis años de su llegada a la alcaldía, el gobierno local del BNG se dispone a poner en marcha su propio sistema de tratamiento de los residuos urbanos, que tendrá a la separación y al compostaje como ejes fundamentales. La maquinaria administrativa ya se ha puesto a andar para que en el plazo de un año pueda adjudicarse un nuevo contrato para poner en marcha el nuevo sistema.

¿Habrá que separar más la basura en casa?

No, habrá que hacerlo de diferente forma. Salvo en el rural, habrá cuatro contenedores, como ahora, pero la separación será «máis sixela», sostiene la concejala de Servizos, Carme da Silva (BNG). Se mantendrán los contenedores de papel y de vidrio, y habrá dos nuevos: uno exclusivamente para restos de comida y otro para «fracción seca mixta», en el que irá todo aquello que no entre en los anteriores, desde plásticos hasta textil, madera o metales .

¿Qué pasará en el rural?

La idea es suprimir la recogida de residuos orgánicos (actual contenedor verde, en el futuro contenedor solo de «restos de comida»). El Concello apuesta por el compostaje y por ello repartirá miles de composteros individuales, uno por cada vivienda unifamiliar que se encuentre fuera del centro urbano.

¿Habrá asesoramiento para compostar?

Sí. El Concello tendrá personal especializado que prestará ayudas a los vecinos, tanto para que el compost sea el adecuado como para su uso.

Si resido en un piso, ¿no puedo compostar?

Si la vivienda está en un barrio fuera del casco urbano o en un núcleo rural, habrá una red de composteros comunitarios en los que se podrán depositar esos «restos de comida». Un maestro compostero se encargará de su gestión. Si la vivienda está en el casco urbano, los restos de comida irán al contenedor marrón, y de ahí, a la planta de tratamiento. En principio, a una instalación privada; más adelante a la planta municipal, que se prevé construir en A Canicouva y que tratará en torno a 10.000 toneladas anuales: 6.000 de restos orgánicos y 4.000 de ese contenedor de «fracción mixta seca», que será separada en la planta. Lo que no sea reutilizable se enviará a Sogama para su tratamiento.

¿Serán todos los usuarios iguales?

No. Técnicos municipales trabajan en dos vías. Por un lado, una zonificación del concello, dividiéndolo en tres ámbitos: rural, barrios y casco urbano. Tanto para el reparto de composteros individuales y para la ubicación de composteros comunitarios, como para el cobro de la asa, que será diferente. Y por otro lado, se está elaborando un censo de productores al margen de los individuales. Se contemplan dos figuras: grandes productores de residuos, en el que entrarán supermercados, almacenes, negocios de hostelería y empresas en general; y productores singulares, que abarcará a aquellos negocios o actividades que generan residuos con características especiales. Tendrán una tasa diferenciada.

¿Cuándo entrará en vigor el nuevo sistema?

Hay una fecha marcada en rojo en el calendario municipal: el 30 de junio del 2017. Ese día se acaba la actual prórroga del contrato con la empresa Cespa, y no hay ninguna intención de renovarlo. Ya se trabaja en el pliego de un nuevo concurso basado en el nuevo sistema, que podría salir a licitación antes de que acabe este año.

El PP sostiene que el plan municipal «se reduce a esparcir la basura por el rural»

Las primeras voces críticas al plan municipal para cambiar el sistema de tratamiento de basuras se hicieron oír ayer y llegaron desde el ámbito político. Fue el grupo del PP el que tildó el anuncio de «ocurrencia» y lamentó que «las propuestas de los nacionalistas para Pontevedra se reduzcan a composgaliñeiros, a mestres composteiros y a esparcir la basura por el rural».

El portavoz municipal, Jacobo Moreira, cuestionó que «un gobierno en minoría trate de imponer su criterio sobre cómo gestionar la basura, sin escuchar antes la opinión de los vecinos y sin consultar al resto de grupos municipales», al tiempo que subrayó que cualquier alteración en la recogida afectará a los vecinos «durante muchos años». Por ello, y por tratarse el de Fernández Lores (BNG) de un gobierno que no tiene mayoría absoluta, se mostró en contra «de las imposiciones por decreto».

La propuesta del PP es que el asunto se trate en un pleno, «en un debate sosegado» en el que se puedan aportar «análisis y estudios pormenorizados que no sabemos si existe». En este sentido, Moreira demandó del gobierno municipal «más información» y lamentó que los grupos de la oposición se hayan enterado por los medios de comunicación de un plan «de tanto calado».

El portavoz del PP recordó que unos de los ejes angulares del plan del BNG es el compost y la planta de A Canicouva, «para la que no existe proyecto alguno pese a que los vecinos de Pontevedra pagan ya un alquiler anual de 20.000 euros por los terrenos».