Tres condenados por comercializar con anabolizantes entre culturistas

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Dos de los acusados son laureados deportistas a nivel nacional e internacional

05 feb 2016 . Actualizado a las 10:25 h.

La primera sentencia que se dicta en Galicia por la comercialización de sustancias anabolizante entre clientes de gimnasios, principalmente culturistas, se ha saldado con tres personas condenadas. Los acusados, dos de ellos muy conocidos en el mundo del bodybuilding amateur, aceptaron llegar a un acuerdo con el fiscal antidroga de Pontevedra asumiendo, de este modo, una pena de cuatro meses de prisión y el pago de 720 euros de multa. A los condenados también se les impuso una pena de un año y medio de «inhabilitación especial para el ejercicio de cualquier profesión, retribuida o no, o actividad profesional relacionada con el deporte, en general, y con el culturismo, en particular».

Entre los nombres propios que aparecen en la lista de condenados se encuentra el del ghanés Gabriel Opare, que fue campeón de España en la categoría júnior y que el pasado mes de noviembre quedó en cuarta posición en el Olympia Amateur Europe, un certamen celebrado en Praga, y el de Antonio Calderón Otero, quien llegó a alzarse en Vilagarcía con el entorchado gallego de culturismo.

Ambos, según explicó el fiscal del caso en su escrito de acusación, se aprovecharon de su actividad profesional, regentando una tienda nutricional el primero y como monitor de gimnasio este último, para poder acceder a algunos deportistas. De este modo, «entre el año 2012 y el primer trimestre del 2015, de común acuerdo, estuvieron ofreciendo, suministrando y facilitando a terceras personas, sin justificación terapéutica alguna y fuera de los cauces legales establecidos, diversas sustancias y productos farmacéuticos cuyos componentes o principios activos se encontraban incluidos en la Lista de Sustancias y Métodos prohibidos en el Deporte», relata el fiscal.

El escrito añade que los clientes buscaban con estos productos «aumentar las capacidades físicas». Por su parte, los acusados eran «plenamente conscientes de que tales sustancias y productos farmacológicos que suministraban, al hacerlo fuera de los cauces legales y sin prescripción médica para ello, ponían en peligro la salud de los consumidores», una circunstancia que explica que se les hubiese acusado por parte del fiscal de un delito contra la salud pública.

Ambos fueron arrestados en el marco de una investigación que llevaron a cabo agentes de la unidad de Policía judicial de la Guardia Civil de Cambados. En los registros de sus domicilios se incautaron gran cantidad de sustancias prohibidas -anabolizantes-, algunas de ellas destinadas para uso veterinario. Al parecer, entre otros productos, se intervino Clembuterol, Anapolon, Trembolona y Oxitocina, así como hormonas de crecimiento y una importante cantidad de dinero en efectivo. Los investigadores estiman que el valor del material intervenido en la operación podría superar los sesenta mil euros en el mercado negro.

Ámbito lúdico

En la misma operación de la Guardia Civil, denominada Adonis, cayó Roberto García Rivera, un vizcaíno afincado en Vigo. En su caso concreto, reconoció que a principios del año 2015, esto es, en los meses previos al operativo efectuado por los miembros del instituto armado, se dedicó a ofrecer y suministrar este tipo de sustancias a personas «que practicaban deporte como actividad lúdica».

Al igual que ocurrió con los casos de sus compañeros en el banquillo, el fiscal antidroga de Pontevedra sostiene que García Rivera era «plenamente consciente» de que al llevar a cabo esta actividad estaba poniendo «en peligro la salud de los consumidores».