El balcón del Concello luce un mensaje antience criticado por PP y Ciudadanos
PONTEVEDRA CIUDAD
El alcalde justifica la pancarta porque «expresa o sentir da maioría da corporación»
29 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Ence fóra da ría para sempre. Es la leyenda que desde ayer luce en la fachada de la Casa Consistorial, presidiendo la plaza de España. Encabezados por el alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores (BNG), y los portavoces del PSOE (Agustín Fernández) y Marea (Luís Rei), representantes de diversos colectivos que forman parta de la plataforma Ence Fóra desplegaron la pancarta a media mañana.
Lores justificó la utilización de la fachada municipal para hacer de altavoz «do berro da sociedade pontevedresa» contra la consolidación de Ence. El alcalde recordó que «unha ampla maioría absoluta da corporación está en contra da prórroga», ya que son los diecisiete concejales que suman BNG (12), PSOE (3) y Marea (2), frente a los ocho que suman PP (7) y Ciudadanos (1). «A pancarta expresa o sentir maioritario da corporación», insistió.
Inmediatamente, los dos grupos municipales que apoyan la permanencia de Ence, PP y Ciudadanos, criticaron duramente al alcalde por la utilización de la fachada del edificio municipal con un fin partidista.
Obviando tanto a Marea como al PSOE, el concejal del PP César Abal lamentó «que el BNG emplee el balcón de todos los pontevedreses como si fuese su particular valla publicitaria». Criticó que con esta decisión, el alcalde «busca enfrentar a unos vecinos con otros». Por su parte, la portavoz de Ciudadanos, María Rey, coincidió en que ««ni el grupo de gobierno ni sus ex-socios puede utilizar la instalaciones municipales en su beneficio. El Concello, tanto el nuevo como el antiguo, son propiedad de todos los pontevedreses».
Lo cierto es que la polémica no es nueva, ya que ha habido precedentes en los últimos años. El más reciente, a principios del 2014 cuando BNG y PSOE secundaron la instalación de una pancarta en el mismo lugar reivindicando el derecho al aborto. Entonces incluso hubo una campaña en Internet que propició avalanchas de correos electrónicos de grupos católicos a la alcaldía pidiendo la retirada del cartel.
El PP llegó a proponer en un pleno una regulación del uso de edificios públicos, pero esta no prosperó. El PP planteaba que para colocar cualquier mensaje fuera necesario un acuerdo unánime de la corporación.
Antes había habido otros casos polémicos, como la pancarta de Nunca Máis que la junta electoral ordenó retirar en el 2003. Y también mensajes fruto del consenso, como un cartel contra el terrorismo colocado en el 2004, tras los atentados del 11-M.