Ence mira al futuro con la meta de modernizarse y ser más competitiva

Marcos Gago Otero
marcos gago PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

El impacto de los penachos antes comunes -foto del 2004- se han reducido mucho.
El impacto de los penachos antes comunes -foto del 2004- se han reducido mucho. r. l.< / span>

La factoría prioriza el plan de olores y de emisiones y la nueva imagen de la fábrica

26 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Mayor eficacia, mejora en la competitividad, ampliación de la producción, integración paisajística e innovación tecnológica. Estos son los pilares sobre los que Ence quiere basar sus planes de acción inmediata en Pontevedra. Son los aspectos principales de una inversión de más de 60 millones de euros. La modernización y competitividad por sí solas requerirán 30,2 millones.

Una de las cuestiones más sensibles, desde el punto de vista social, es el feísmo que produce la factoría actual en una ubicación privilegiada en el fondo de la ría de Pontevedra. Por esta razón, hace tres años, Ence promovió un concurso de ideas, al que se presentaron 102 proyectos arquitectónicos. La iniciativa ganadora se denomina Materia propia, propuesta de los arquitectos valencianos Marta Orts y Carlos Trullenque.

El diseño ganador se eligió porque utiliza la madera, la materia prima que se transforma en el recinto fabril, para revestir el entono y los edificios, «logrando una inteligente simbiosis entre contenedor y contenido», según manifestó el jurado calificador en su día. En esta nueva «piel» se emplearán cuatro millones de euros.

Por su parte, otros dos programas están ya en marcha y lo que se halla pendiente es su culminación. Se trata de actuaciones destinadas a la eliminación de olores, de ruidos y la minimización de los penachos de vapor de agua. El coste asciende a los doce millones de euros. La percepción en Pontevedra y Marín del mal olor desprendido durante el proceso de cocción de la madera es otra de las críticas más reiteradas durante décadas. Ence sostiene que su reducción va por buen camino y que los episodios olorosos se limitaron a solo un minuto al día el pasado agosto. El objetivo es que sea cero, como expuso el director de la fábrica, Antonio Casal, al anunciar en septiembre la fase final del plan. Será necesario un plazo de dos años.

Ciclo del agua

Como referencia ambiental mundial en el que se quieren convertir, los responsables de la pastera también llevan tiempo abordando la problemática de los penachos. Aquí también ha habido mejoras. Por ejemplo, la intensidad visual de estas emisiones se ha reducido mucho, aunque sigue siendo perceptible con mal tiempo. Antes del inicio de este programa, los penachos cubrían la fábrica indistintamente de la meteorología. Ence prevé modificar los sistemas de conducción de vapor y gases para obtener el resultado deseado, aunque el reto es complicado y exige la aplicación de técnicas innovadoras.

En el ámbito de la eficacia energética, se anunció a finales del año pasado el proyecto del nuevo ciclo del agua, una iniciativa a la que la empresa va a destinar 15 millones de euros. Este programa también está unido a la innovación tecnológica pionera.

En la actualidad, la fábrica necesita 39.000 metros cúbicos al día de agua del Lérez para su proceso productivo. Envía a la ría, pasando primero por una depuradora propia y el emisario submarino, un efluente de 37.500 metros cúbicos. El nuevo ciclo del agua permitirá la reducción de este volumen, permitiendo la reutilización del 90 % del agua captada del río. Es decir, solo le harán falta 3.900 metros cúbicos cada día en la captación, por lo que también se rebajará el efluente en la misma proporción.

La empresa aspira a poder construir en su recinto de Pontevedra una planta de biomasa

Lourizán es una de las tres alternativas que baraja el Grupo Ence y Celulosa para la construcción de una nueva planta de biomasa de cuarenta megavatios tras su adjudicación en la subasta de energía renovable organizada por el Ministerio de Industria este mes. La pastera señaló que los tres emplazamientos posibles son Pontevedra, Villaturiel (León) y Huelva. La compañía ya ha empezado la evaluación del emplazamiento desde el punto de vista de la disponibilidad de la biomasa, además de las ventajas y facilidades administrativas e institucionales para el proyecto. «La ubicación final de la planta será la que ofrezca las mejores condiciones», precisaron desde la empresa.

La planta generará, según Ence, 750 puestos de trabajo sostenibles, tanto en el emplazamiento final, como en las comarcas de recogida de la biomasa. En su construcción se emplearán más de 300 personas.