El Pazo de Lourizán resurgía de la ruina y recuperaba su belleza tras su restauración

La Voz

PONTEVEDRA CIUDAD

Una inversión de 1,2 millones de euros permtía rehabilitar un edificio que estaba siendo devorado por la carcoma y el paso del tiempo

22 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El Pazo de Lourizán evitaba hace 16 años acabar en la ruina y el olvido, recuperando la belleza que hizo de esta contrucción decimonónica uno de los edificios más admirados en la provincia a comienzos de siglo. Una inversión de 250 millones de pesetas (1,2 millones de euros) permitía recuperar el palacio, inscrito ya en la historia, cuando su primer propietario, Eugenio Montero Ríos, negociara desde sus salones el final de la guerra de Cuba con Estados Unidos. Termitas y humedades eran los principales enemigos de sus cimientos y paredes.

El edificio, estaba siendo literalmente devorado por la carcoma y el paso del tiempo. El proceso de recuperación se dividió en varias fases, tales como la recuperación de la cubierta para que dejara de entrar el agua de la lluvia o la restauración de las maderas más dañadas por la carcoma.

De no haber sido por esta intervención, el Pazo hubiera caído en una situación de ruina irreparable.