Los furanchos de Pontevedra podrán abrir a partir de enero

Serxio Barral Álvarez
Serxio Barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

O furancho de Fina, en Tomeza, fue uno de los primeros en legalizarse en Pontevedra.
O furancho de Fina, en Tomeza, fue uno de los primeros en legalizarse en Pontevedra. Ramón leiro< / span>

El Concello modifica la ordenanza para acceder a una petición de los cosecheros, que buscan evitar abrir todos a la vez

15 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El gobierno local ha accedido a la petición de los cosecheros de vino de Pontevedra y modificará la ordenanza que regula la actividad de los furanchos para anticipar a enero el período de apertura de estos establecimientos.

La ordenanza original, elaborada en el anterior mandato contando con los cosecheros, facultaba a los furanchos a abrir durante un máximo de tres meses entre marzo y junio. Con la nueva redacción -pendiente de su aprobación en pleno- la apertura se adelanta a enero, aunque se mantiene tanto el remate en junio como que cada establecimiento solo podrá estar abierto al público durante un máximo de tres meses.

En una reunión mantenida a principios de este mes con la teniente de alcalde y concejala de Urbanismo, Carme da Silva (BNG), los cosecheros daban dos argumentos para solicitar la ampliación del período de apertura. Por un lado, dar salida cuanto antes al vino tinto producido durante la última campaña. Y por otro, evitar la coincidencia de demasiados furanchos abiertos al mismo tiempo. Al ampliarse en dos meses el período de posible apertura, se espera que se diversifique la actividad.

En aquella reunión, los furancheiros también instaron a los responsables municipales a mejorar los sistemas de control para evitar competencia desleal. Desde que entró en vigor la ordenanza -en el año 2014-, es necesario formalizar la inscripción en un registro municipal para abrir un furancho. Además, el establecimiento ha de cumplir con una serie de requisitos, entre ellos una superficie mínima, certificar que se cumple la legislación antitabaco y de prevención de incendios, o contar con servicios. Además, tienen que presentar análisis del vino que comercializan y certificar que procede de uvas cultivadas en el área de influencia de Pontevedra. Asimismo, solo pueden ofertar una serie de tapas que aparecen recogidas en la ordenanza municipal.

Los cosecheros dados de alta en el registro municipal, que en la última temporada fueron alrededor de 25, y la asociación que los agrupa, sostienen que sigue habiendo muchos que no se dan de alta. La pasada primavera ya hubo algunas inspecciones por parte de la Policía Local que permitieron detectar algunos establecimientos que no estaban dados de alta. Pero los cosecheros sostienen que hay más, repartidos por todas las parroquias.