Se despachó a gusto la oposición contra el alcalde y el BNG por la aprobación del presupuesto valiéndose de la baja de un edil del PP, pero también hubo ataques entre los propios grupos.
Lores tuvo que escuchar cómo Jacobo Moreira (PP) le llamaba «mezquino» y «ruín», al tiempo que proclamaba que el BNG ha entrado en una fase de «decrepitude e agonía política». El portavoz popular también lanzó una advertencia al alcalde: «A partires de agora lle imos tratar como vostede nos tratou neste pleno».
Agustín Fernández (PSOE) afirmó que Lores «sae do pleno moito máis débil, máis solo e máis desprestixiado do que entrou» y sostuvo que la aprobación del presupuesto tal y como se produjo es «un insulto aos cidadáns». También habló el socialista de «miseria política» y de que el BNG optó por celebrar en mitad de un puente «un pleno de tapadillo, convocado con alevosía».
Luís Rei, de Marea Pontevedra, lamentó «a perda de calidade democrática» y emplazó al resto de la oposición a unirse para, por ejemplo, acordar otro régimen de dedicaciones y apoyos para los grupos. «Non precisamos dos votos do BNG», recordó.
Por último, la concejala de Ciudadanos, María Rey, hizo una particular interpretación de lo sucedido, y acusó al PP de «facilitar la aprobación del presupuesto» después de que este grupo llevara varias semanas afirmando que entre el BNG y Ciudadanos habría un acuerdo para sacar adelante las cuentas, una sospecha que también compartieron en alguna ocasión los portavoces de PSOE y Marea.
Rey, igual que el resto de la oposición, votó finalmente en contra. La representante de Ciudadanos lo hizo sin explicar en el pleno cómo es posible que rechace un presupuesto en el que se han incluido las dos únicas enmiendas parciales que presentaba su grupo.
También hubo críticas del PP a Marea por permitir el pleno en un lunes en mitad del puente, y la réplica de Luís Rei fue que ningún representante del PP acudió a la junta de portavoces pese a que varios concejales de este grupo cobran del Concello.