El 20-D sobrevuela el debate local

Serxio Barral Álvarez
Serxio Barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

PSOE, Marea y sobre todo el PP sitúan a la única concejala de Ciudadanos en el punto de mira de sus principales dardos

01 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

¿Tanto miedo genera el impulso emergente de Ciudadanos entre la clase política «tradicional»? El pleno de ayer dio la sensación de que tanto el PP como el PSOE están empeñados en desacreditar a la parte que numéricamente es la más débil de la actual corporación, la única concejala de Ciudadanos, María Rey. Esta también fue objeto de una andanada por parte de Marea Pontevedra, pero pareció entrar más en el ámbito de la abierta y nada disimulada falta de sintonía entre ambos portavoces. Luís Rei, de Marea, sigue dolido por la maniobra de Ciudadanos para presidir la comisión especial del PXOM y ayer sorprendió a todos con una crítica personal sobre la actividad profesional de María Rey. Nadie llegó a entender, y él no se molestó en aclararlo, a dónde quería ir a parar o qué insinuaba al proclamar en el pleno que la portavoz de Ciudadanos vendió en febrero de este año una empresa a un vocal de la Cámara de Comercio.

Las reiteradas críticas del PP parecen más vinculadas con la inminencia de las elecciones del 20-D. Todos sus concejales se esfuerzan por evitar a toda costa citar el nombre de Ciudadanos. Se dirigen a María Rey como «grupo mixto», lo cual legalmente es así ya que en el reglamento del Concello de Pontevedra impide que haya grupos municipales de un único concejal. Únicamente a César Abal casi se le escapa en una ocasión, dejando a medias el nombre de la formación política que representa Rey, para hilaridad del escaso público asistente.

Precisamente, Abal se erigió en el principal azote de Ciudadanos, a cuya concejala acusó de «continuas idas y venidas», de «no enterarse» o de falta de coherencia. Incluso le instó a «dejar el discurso político» y a «centrarse».

Y tampoco faltó lo que ya viene siendo un clásico en el actual mandato: la acusación velada de que María Rey es la concejala número 13 del BNG, por más que esta proclame que Ciudadanos y BNG «no pueden estar más alejados ideológicamente».

La idea de que existe connivencia entre ambos grupos también la alentó el portavoz del PSOE, Agustín Fernández, que coincide con el PP en utilizar insistentemente la fórmula «grupo mixto». Para el socialista, la relación entre Ciudadanos y el BNG se traducirá en el presupuesto, obviando que María Rey, como él mismo, presentó una enmienda a la totalidad del documento presentado por el gobierno nacionalista.

El viaje a Honk Kong

Pero el pleno, que otra vez superó la tres horas, dio más de sí. No faltaron críticas veladas al reciente viaje del alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores (BNG), a Hong Kong. Lo hizo el concejal del PP Tomás Abeigón, que instó a Lores a «dejarse de cuentos chinos»; y fue más sutil el socialista Iván Puentes, que subió al Twitter y una imagen del alcalde con gesto aburrido con la etiqueta #hongkong-mola-mas.

El propio regidor sorprendió en su tarea de moderador al recriminar dos intervenciones del PP. Una de José Luís Martín (PP), a quien cortó directamente cuando hacía una introducción algo tediosa a una moción de Ciudadanos; y otra de Abeigón, que hizo una prolija disertación sobre los beneficios médicos de la práctica deportiva.

Tal vez el Concello tenga que seguir el ejemplo de la Diputación e incorporar en futuros plenos un reloj para fijar el tiempo máximo de las intervenciones.

pleno municipal

Personarse en la prórroga de ENCE «será una pérdida de tiempo» para Jacobo Moreira

El pleno acordó ayer que el Concello se persone en el procedimiento administrativo para decidir sobre la prórroga a Ence. Ciudadanos votó en contra y el PP se abstuvo en aras «de la transparencia», si bien su portavoz, Jacobo Moreira, señaló que la personación municipal «será una pérdida de tiempo».

Se aprobaron por unanimidad varias mociones. Dos del PSOE, una sobre la restauración del puente medieval de Ponte Sampaio y otra sobre la declaración de Pontevedra como ciudad libre de circos con animales. Una moción socialista sobre el mercadillo de antigüedades se aprobó con solo seis votos a favor (3 del PSOE, 2 de Marea y 1 de Ciudadanos) y 18 abstenciones (BNG y PP), mientras que otra del PP para regular la venta ambulante se desestimó con los votos de BNG y Ciudadanos.

Hubo unanimidad en sendas propuestas de Marea para buscar alternativas al comedor de San Francisco y para impulsar un plan municipal de lucha contra la violencia de género. Se aprobaron sendas mociones del PP para instar a la Xunta la cesión de la carretera vieja a Marín y para habilitar un sistema telemático de inscripción en las escuelas deportivas, así como una de Ciudadanos para subsanar deficiencias en un antiguo tramo de la N-550 en Cerponzóns.

También se aprobó por unanimidad la propuesta vecinal de instar a la Xunta a ejecutar la reforma de la carretera a Vilagarcía.