Sal, pintadas, piedras y ladrillos sepultan el 25-N

c. g. b. pontevedra / la voz

PONTEVEDRA CIUDAD

La praza da Peregrina conecta por Skype con el resto de la provincia para visibilizar los actos conmemorativos

26 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Nin unha menos, Amante de sal, O perfecto imperfecto, Estratexias de desvelo, Cogomelos en vinagre, Ámame non me ama, Penélopes y Merengue son algunos de los títulos que se encargaron ayer de denunciar la violencia machista. Son los nombres de las performances que se llevaron a cabo en diez puntos diferentes de la provincia en el 25-N: un plástico extendido en el suelo a modo de vestido de novia al que le caen encima 50 kilos de sal en Tui, pintadas en el exterior del Concello de Cangas, danza contemporánea en Redondela, víctimas reales que convirtieron el palco de la música de Moaña en escenario de un crimen, y un deshoje de margaritas en Lalín que refleja el momento en el que la pareja empieza a tener comportamientos que hacen dudar a la mujer si realmente la quiere.

Todas conectaron en directo a través de Skype con la praza da Peregrina, que acogió el acto central, organizado por el Concello de Pontevedra y la Diputación. Allí, una joven pelirroja iba atándose a la cintura cazuelas de cocina repletas de piedras y ladrillos para arrastrarlas a continuación y acabar tumbada en el suelo completamente vestida de negro. El público iba cubriéndola con tierra en cucharones soperos. Entre ellos estaba Carmen Eirín, madre de Sonia iglesias, quien participó visiblemente emocionada.

A pocos metros de allí, en los soportales, un tendal provisional exponía bragas donadas por diferentes mujeres. Cada una de ellas contaba una historia propia escrita en etiquetas: «Caía moito sangue, non sei se era dos beizos ou do nariz», «mis amigos me olvidaron», «en la ambulancia alguien me acariciaba el pelo, «dejé de tomar decisiones» y «ahora siento que no valgo nada».

Moraña, escenario de uno de los crímenes más atroces del año, en el que un hombre mató con una radial a sus dos hijas, acogió el acto institucional de la Subdelegación del Gobierno.

Y en la plaza de A Ferrería a las 20 horas, decenas de mujeres convocadas por la Plataforma Feminista Galega se vistieron de negro para leer un manifiesto en el que exigen que «a loita contra o terrorismo machista sexa unha cuestión de estado» y que «a prevención sexa unha política prioritaria, que inclúa un sistema coeducativo en todos os ciclos, a formación específica para todo o personal profesional que intervén nos procesos, os medios de comunicación, a produción cultural e a sociedade civil na loita contra as violencias machistas», rezaba el texto.