Pontevedra ve frenada la «vía verde» hasta Ponte Sampaio

Serxio Barral Álvarez
Serxio Barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

El antiguo puente sobre el Lérez será restaurado para uso peatonal
El antiguo puente sobre el Lérez será restaurado para uso peatonal

Fomento no cede el puente sobre el río Ulló porque seguirá en uso

27 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El Concello de Pontevedra ha visto frustrada, al menos por el momento, su pretensión de habilitar una «vía verde» hasta Ponte Sampaio. La idea era aprovechar para uso peatonal y ciclista los nueve kilómetros del viejo trazado ferroviario, que en principio iba a dejar de tener uso con la llegada de la alta velocidad. La ministra de Fomento, Ana Pastor, confirmó esta semana al alcalde que no será posible la cesión del puente sobre el río Ulló porque, aunque actualmente no se utiliza, no perderá el uso ferroviario y en el futuro se incorporará a la red convencional «para tránsito de mercancías».

«Se necesita mantener esa red convencional debido al futuro cambio al ancho internacional en el año 2018 -explicó la ministra-. Si no mantenemos esa vía convencional, las mercancías tendrían que utilizar el trazado de la alta velocidad y no hay espacio». En el caso del trazado entre Pontevedra y Ponte Sampaio, se mantendrá el viejo trazado en uso para dar salida al tráfico de mercancías procedentes del puerto de Marín, que en opinión de la ministra «es fundamental».

Desde el Concello se asume que si se mantiene el uso ferroviario en el puente sobre el río Ulló, difícilmente se podrá ceder la totalidad de la vía que conduce hasta el mismo. Por eso de momento se ha frenado el diseño de la «vía verde», que incluso la propia Pastor había llegado a comprometer en agosto del año anterior.

Lo que sí pasará de forma inminente a manos municipales serán los otros dos puentes cuyo uso ferroviario se ha extinguido. Se trata de los viaductos sobre el río Lérez, junto a la playa fluvial, y sobre el río Verdugo, a la entrada de Arcade. En ambos casos Fomento propone al Concello una cesión por un plazo de 75 años y colaboración para convertirlos en zonas de uso peatonal.

En el caso del puente de Monte Porreiro, ya se han retirado las traviesas y el convenio de cesión podría firmarse en breve. En este caso, pretende incorporarse el viaducto a las sendas del Lérez, que comunican el centro de la ciudad con Bora. El único obstáculo para darle un uso peatonal pleno es la conexión por la parte norte, ya que hay un importante desnivel con respecto al monasterio de Lérez, y la única manera de salvarlo, a juicio de los técnicos municipales, sería ocupando varias fincas particulares.

En cuanto al puente sobre el Verdugo, la titularidad del viejo viaducto de hierro será compartida entre Pontevedra y Soutomaior. En este caso, el anterior gobierno de la Diputación Provincial se había comprometido a elaborar un proyecto para dar un uso peatonal y ciclista a la infraestructura.

Las cubiertas sobre la vía también serán traspasadas

El Concello de Pontevedra asumirá en breve, según lo acordado entre el alcalde y la ministra de Fomento, la cesión por 75 años del puente de Monte Porreiro y la cesión compartida con Soutomaior, por el mismo período, del viaducto sobre el río Verdugo. Pero además, Pontevedra también asumirá el uso de las cubiertas sobre el trazado ferroviario que se han habilitado en Médico Ballina, Doce de Novembro y A Seca, que junto con los puentes serán, apuntó Ana Pastor en su visita a la ciudad este semana, «zonas de ocio y esparcimiento para todos los pontevedreses».

El Concello prevé ganar espacios de uso público en estas zonas, pero aun están por definir los proyectos concretos. En su día se barajó la instalación de pistas deportivas o de zonas de juegos infantiles, pero la decisión no está tomada.

A mayores, el Concello mantiene contactos con Fomento para la cesión de terrenos «sobrantes» de las obras ferroviarias. Se trata de pequeñas franjas de terrenos en las inmediaciones de las vías que en su día formaban parte de fincas expropiadas para los diferentes trazados y que no se utilizaron en su totalidad. El Concello argumenta que estos terrenos quedan prácticamente abandonados, pues el ministerio no se hace cargo de ellos, por lo que reclama su cesión, que aun no se ha concretado. Entre los posibles usos para estos espacios se barajaron en su día huertas urbanas o, simplemente, jardines o zonas verdes para ponerlos en valor.