Pontevedra es la única ciudad que dona sangre en una caseta

c. b. PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

 En el resto de las urbes el servicio está emplazado en el interior de los hospitales públicos

29 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Pontevedra es la única de las siete ciudades gallegas donde los usuarios donan sangre y plaquetas en una caseta de obras. En el resto de las urbes el servicio del Centro de Transfusión de Galicia (CTG) está emplazado en el interior de los hospitales públicos, con la excepción de Santiago, donde los donantes acuden al Monte da Condesa, donde está la sede del CTG.

Varios usuarios se agarraron ayer a esta circunstancia para reclamar al CTG que dé marcha atrás en el proyecto para sustituir la actual caseta ubicada en la entrada del Hospital Provincial por otra de una gama más alta. Lo que proponen es que se estudie la posibilidad de trasladar el servicio a algún edificio propiedad de la Administración autonómica que esté actualmente sin uso o infrautilizado. Citaron expresamente la vieja sede de la calle Benito Corbal o la antigua delegación de la Consellería de Sanidade. «Después de tanta espera estaría bien que se descartara la idea de la caseta y se pensara en una alternativa más adecuada para el futuro», comentó ayer Míchel Martínez Souto, donante habitual y presidente de la Asociación de Amigos de la Pontevedrada (Asampo), un colectivo que está liderando las quejas por la situación en la que se dona sangre en la capital. También lamentó que la entrevista que el lunes mantuvieron en Santiago el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, y el alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores (BNG), no se hubiera aprovechado para desbloquear esta cuestión.

A preguntas de La Voz, una portavoz del CTG indicó ayer que el proyecto que está en cartera es el de la sustitución de la caseta por otra que permita a los usuarios donar en mejores condiciones. Desde abril del 2014, cuando se solicitó al Concello de Pontevedra la licencia para cambiar el local, el trámite administrativo sigue pendiente. A la falta de espacio de la caseta se suman otras deficiencias. Las principales, demasiado calor en verano y humedades en invierno. «Llegó a haber goteras dentro y se solucionó el tema poniendo unha chapa», dijo Míchel Martínez.

Usuarios sugieren que se traslade

el servicio a algún edificio público que no tenga uso