Acusados de inducir a la prostitución mediante vudú aceptan penas de prisión

Con penas de entre seis meses y ocho años de prisión se solventó ayer en la Audiencia de Pontevedra el juicio contra un entramado de prostitución mediante vudú. De este modo, los siete encausados reconocieron su participación en distintos delitos, caso de trata de seres humanos, blanqueo, prostitución o inducción a la inmigración ilegal.

Esta investigación tuvo su origen en la denuncia interpuesta en enero del 2010 por una ciudadana nigeriana. Los dos años que ya llevaba en España habían hecho mella en sus creencias sobre el vudú, por lo que, considerando que su familia en su país de origen estaba segura, dio el paso poniéndose en manos de la Policía Nacional.

Los agentes, en el marco de la investigación, reconstruyeron su historia. De cómo fue captada mediante engaños -le aseguraron que trabajaría en una tienda de ropa- y prácticas rituales y cómo la convencieron para que se trasladase de manera irregular a España. La joven, según relata el fiscal, «accedió a dicha propuesta, dadas sus miserables condiciones de vida y de su familia en su país de origen y por considerar que en España podía tener posibilidades de trabajar».

Nada más pisar Valencia, le retuvieron el pasaporte para, al cabo de un mes, revelarle que «el único trabajo que tiene para ella es el ejercicio de la prostitución, manifestándole en ese momento que debe pagar por el traslado una deuda de 45.000 euros».

Sin conocer el idioma, bajo la presión psicológica del vudú, la mujer cedió y durante meses ejerció la prostitución en un club de Bétera y otro de Ponteareas, cuyo propietario ha sido condenado recientemente por favorece la prostitución de una menor.

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