El BNG marca los tiempos

PONTEVEDRA CIUDAD

La planta de compost de A Canicouva es irrenunciable para el gobierno de Fernández Lores.
La planta de compost de A Canicouva es irrenunciable para el gobierno de Fernández Lores. ramón leiro< / span>

Los nacionalistas gozan ahora mismo de una situación geoestratégica privilegiada en lo político, mientras PSOE, Marea, Abel Caballero y Rafael Louzán llaman a su puerta

07 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Dicho en términos futbolísticos, el BNG pontevedrés está disfrutando de su posición, como ese centrocampista de referencia, la manija, el que administra el juego de un equipo. Pirlo, Xavi, Trashorras, Krön Dehli? Ejemplos de ese tipo de jugador al que me refiero. En Pontevedra son los nacionalistas quienes marcan el ritmo político del hipotético partido que se libra en estos días previos al 13J, la fecha de constitución de las nuevas corporaciones locales. E incluso de un segundo partido con desenlace más tardío, la formación de la nueva Diputación Provincial.

Da la sensación de que los nacionalistas -a los que tan mal les ha ido en otros distritos electorales de Galicia- gozan aquí de una situación geoestratégica privilegiada. El lector atento habrá comprobado el baile de declaraciones y ofrecimientos que se suceden. Son otros, desde Louzán hasta Caballero, pasando por Tino Fernández o Luis Rei, los que maniobran alrededor del torreón de la princesa aguardando ganarse su favor. El Bloque va a cobrar y vender muy caros los dos escenarios de posibles pactos que se habilitan después del mandato electoral expresado por los votantes pontevedreses.

En la capital, el resultado del 24M ha depositado en Miguel Fernández Lores y su grupo, la iniciativa de formar gobierno, con el sólido basamento que supone la amplia mayoría, que no absoluta, obtenida. Las doce actas del Bloque franquean la quinta proclamación de Lores, la que sin duda se presenta como más apacible para el político de Vilalonga, que en envites anteriores ya estaba inmerso en negociaciones bilaterales con el PSOE.

Garantizada la investidura y asumido que arrancarán a gobernar en solitario, Lores y los suyos son dueños de marcar los tiempos. En esta ocasión no hay prisa y además tienen donde elegir.

Aunque los nacionalistas encomendaron a Raimundo Gónzalez Carballo que explorase las intenciones de PSOE y Marea Pontevedra, una vez producidos los primeros contactos no existen indicios que permitan atisbar un acercamiento real. Hasta ahora hemos tenido solo postureo por una y otra parte.

El Bloque está persuadido de que arrancará en solitario y que después, en el transcurso de la legislatura, podrían interesarle y por tanto madurarían esos contactos con potenciales socios, ya sea para pactos puntúales o acuerdos de gobierno que ahora mismo a Lores y los suyos no les apetecen nada.

Exigencias

Los nacionalistas han establecido una hoja de ruta que tiene un nivel de exigencia difícil por no decir imposible de aceptar ya por el PSOE o por Marea. Una de las premisas que exige el Bloque es intragable para los dos posibles socios: Lores requiere pleno apoyo al proyecto de la planta de compostaje en A Canicouba, un emprendimiento rechazado por ambos contendientes.

Resulta curioso que ante tan espinoso panorama haya sido el PSOE, por boca de su futuro portavoz municipal, quien demande un pacto de gobierno con el Bloque en la ciudad de Pontevedra en contraprestación al pretendido acuerdo entre ambas fuerzas para relevar al PP en la Diputación. El argumento de Tino Fernández se completaba aludiendo a que si el PSOE facilita el próximo sábado la reelección de Lores en el Concello, «el Bloque debería corresponder apoyando la investidura de la candidata socialista a la Diputación».

El razonamiento de Agustín viene desfondado. El PSOE no es la lista más votada en la Diputación a diferencia del BNG en el Concello. No se trata de situaciones similares ni equiparables. Distinto será que el PSOE exija al Bloque algún tipo de contraprestación de esa naturaleza como compensación a un acuerdo de mayor rango en la institución provincial. Está por ver.

Frente a las exigencias del PSOE y las prisas del tándem Caballero-Silva por hacerse con la poltrona y el control del presupuesto de 148 millones que se maneja en ese organismo, el Bloque ha establecido un muro de contención. César Mosquera, caracterizado más que nunca como el hombre fuerte de los nacionalistas en esa institución, ha pedido calma a los dirigentes socialistas anunciando una negociación dura y exigente. Pronto sabrán en el entorno del alcalde vigués cómo se las gasta Césareo Xosé.

La oferta de Louzán

Por medio sigue entreverado Rafael Louzán. El todavía presidente en funciones reitera en cada foro y en cuanto medio de comunicación que puede su ya famosa oferta de pacto al BNG para respaldar la continuidad del PP al frente de la Diputación.

El ofrecimiento es una trampa envenenada. Lores, a cuya complicidad apela el dirigente del PP, lo sabe y por eso ya lo ha rechazado. Pero a Louzán le ha servido para seguir protagonizando titulares dos semanas después de las elecciones, aún a costa de ser una especie de verso libre dentro del Partido Popular de Galicia.

Pero pese a esos cantos de cisne, la suerte de Louzán ya está echada. Será carne de relevo en los reajustes que Feijoo se propone para evitar que la nave de los populares embarranque en las próximas citas electorales.

Ahora seguro que toma más sentido ese camino alternativo que parecía un tanto incomprensible cuando Louzán se presentó y obtuvo la presidencia de la Federación Gallega de Futbol.